Pedro Matías
Oaxaca, (pagina3.mx).- En medio del dolor de las personas desaparecidas, de la juventud migrante, de las mujeres y niñas víctimas de feminicidio, del terrorismo de Estado y el territorio expropiado, el espacio civil de organizaciones de Oaxaca afirmó que “el México profundo ni se vende, ni se vence y todavía cantamos, reímos, soñamos, esperamos encontrar vivos a los 42 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, Guerrero”.
Organizaciones como Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca, Servicios para una Educación Alternativa (EDUCA) y el Centro de Apoyo al Movimiento Popular Oaxaqueño, manifestaron que “nuestras voces se han unido pues, no para enviar un mensaje a quien no quiere ni ha querido oír, sino para decirle a Ayotzinapa, a Guerrero, a México y al mundo que los pueblos de Oaxaca somos Ayotzinapa”.
En un pronunciamiento público, adelantaron que “vamos a hacer comunidad, asamblea, unidad y resistencia, vamos a seguir celebrando, caminando, riendo y cantando contra toda desesperanza”.
Y seguirán exigiendo la presentación con vida de los jóvenes desaparecidos, el esclarecimiento de la verdad y justicia para ellos y para todas las víctimas de esta guerra contra el pueblo que ha llenado de horror y muerte el suelo mexicano.
De igual forma, expresaron su rabia, coraje y el más profundo dolor, por el cobarde asesinato de Alexander Mora Benancio, cuya muerte, hoy da más fuerza, los mantiene firmes y ensancha su voz para exigir el esclarecimiento de los hechos, el acceso a la justicia para su familia y las familias de los normalistas y demás personas asesinadas y heridas en Iguala.
Insistieron que “en medio de un territorio plagado de desapariciones y asesinatos crueles, absurdos, nos afirmamos como un pueblo terco que mantiene una firme convicción en su libertad, en su lucha por la justicia”.
El pasado domingo se realizó en el cerro de las azucenas, en el escenario de la fiesta y la compartencia, en la ciudad de la resistencia, el espíritu del movimiento popular, un encuentro musical denominado “Voces por la justicia en Ayotzinapa” en solidaridad con los estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” donde se coreó:
¡Somos Ayotzinapa!. Somos los ayotzinappos de otras luchas, somos el pueblo del canto y la palabra…
Y es que comparten el dolor de muchas personas, de mujeres violentadas, jóvenes sin estudios, gente sin trabajo, los pueblos originarios empobrecidos, víctimas de la trata, la infancia que trabaja…
Sin embargo, mencionaron que “mantenemos la inquebrantable esperanza de encontrar un trabajo digno, de que nuestra integridad esté segura en cualquier parte, de que nuestras opciones o preferencias políticas y sexuales sean respetadas, de conservar nuestro territorio comunal, de tener agua limpia y sembrar nuestra comida, de ser dueñas de nuestros cuerpos, de tener las leyes que garanticen nuestra vida en vez de las leyes que ahora garantizan nuestra muerte”.
Finalmente hicieron un llamado a la ciudadanía a “no permitir que la violencia patriarcal en sus diversas manifestaciones siga normalizándose, naturalizándose, reproduciéndose como plaga que azota siempre, a quienes son más vulnerables. A defender nuestros derechos fundamentales y a no permitir que el miedo nos inmovilice”.