Jaime GUERRERO
Oaxaca, (pagina3.mx).– Una de las crisis por las que atraviesa el sector campesino obedece a los intermediarios como las empresas trasnacionales Minsa, Maseca y Monsanto quienes además de acaparar el financiamiento de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), pagan a los productores, cinco pesos el kilo de maíz o frijol, mientras que en las tiendas es colocado a la venta en 15 pesos.
Al denunciar lo anterior, Miguel Ángel Barón García, integrante de la Comisión Política de la Unión General de Obreros y Campesinos (UGOCEP), cuestionó que los programas de la Sagarpa, privilegian a las grandes empresas trasnacionales e intermediarias por encima de los productores a quienes el llamado Sistema Producto, los coloca
Barón García, señaló que hay una «franca desventaja ante los grandes consorcios, a quienes los legisladores federales privilegian con las reglas de operación».
Los productores ya no pueden vivir de la venta directa porque quien se queda con las ganancias y utilidades son los intermediarios y coyotes que venden el producto final.
«A los productores nos pagan una miseria. Ganan un 30 por ciento de lo que llega al mercado.
Tan solo en el precio del frijol, expuso, «hay una diferencia de precio espantosa» en el supermercado. «A los productores les pagan hasta 5 pesos el kilo, mientras que en las tiendas está en 15 pesos».
Indicó que detrás de esta relación desigual hay intereses muy fuertes que privilegian a las grandes empresas. «El fenómeno más visible es el intermediarismo, que se convierten en acopiadores y venden a sus antojo», declaró.
«También hay grandes parásitos que controlan los mercados como Minsa, Maseca y Monsanto. Son los grandes ganones y acaparan los subsidios de la Sagarpa para el maíz, al llevarse hasta el 90 por ciento de subsidio por la comercialización», reprochó.
En tanto, a los pequeños productores les da 1 mil 200 pesos, cuando la semilla mejora de Monsanto vale 1 mil 600 pesos el costal de 20 kilos, pero las empresas entran a los subsidios millonarios que otorga la Sagarpa y sus sistemas producto. «Ese tipo de políticas destruyen las ramas productivas del campo», declaró.
Sostuvo que una de las pocas ramas productivas que se mantenía rentable en Oaxaca, era la caña de azúcar, en la Cuenca del Papaloapan. «Esa zona vivía de la caña de azúcar. Hoy se da la entrada indiscriminada de alta fluctuosa de maíz que proviene de Estados Unidos, el precio de la caña se desplomo. Hasta hace tres años el precio de la tonelada de caña era de 630 pesos, actualmente pagan 440 pesos».
Añadió que los productores pagan las cosechas, las composturas de caminos cañeros, los gastos de producción, se paga a los gastos del comité de producción cañera y se pagan inspectores. Al final quedan 800 pesos por hectárea.
Las políticas del Estado, expuso, han destruido el campo mexicano, «la crisis en el café es recurrente, por eso las insurrecciones y las luchas armadas en la zonas cafetaleras como las de Chiapas, y en Oaxaca, en la zona de la Sierra Sur», alertó.
Ante ello, demandó al Congreso de la Unión, cambiar las reglas de operación porque gran parte de los subsidios son para las grandes empresas transnacionales que están en el campo, que ni siquiera son productoras, son comercializadoras.
