Emmanuel González-Ortega
Siguen saliendo a la luz estudios científicos sobre los efectos en el medio ambiente del glifosato y de la presencia de este químico en animales y personas.
Vale siempre la pena recordar qué es este compuesto. El glifosato es el ingrediente principal del herbicida de Monsanto llamado ‘RoundUp’ (conocido en México como ‘Faena’), es utilizado ampliamente a nivel mundial para rociar los campos agrícolas. El glifosato actúa matando las ‘malas hierbas’ presentes en monocultivos y es usado masivamente sobre cultivos transgénicos en países como Estados Unidos, Argentina, Brasil, Paraguay… ¿México?
Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al glifosato como potencialmente cancerígeno (https://pagina3.mx/2015/04/desea-usted-beber-un-vaso-con-glifosato/) y no será sorprendente que en poco tiempo sea clasificado como agente cancerígeno de hecho, y que después sea prohibido para su comercialización y uso.
El último estudio científico relacionado con glifosato, indica la presencia de este compuesto en ganado y aún en seres humanos en países en donde oficialmente no hay siembras de cultivos transgénicos, tales como Alemania o Dinamarca. ¿Cómo es que llega el glifosato a lugares donde se ha prohibido el cultivo de transgénicos que requieren de glifosato durante la temporada agrícola? Todo apunta a la alimentación tanto del ganado como de las personas.
Argentina es el mayor exportador mundial de soya, en 2013 se sembraron aproximadamente 20 millones de hectáreas de soya transgénica con valor aproximado de 10 mil quinientos millones de dólares. Aunque el costo de producir soya transgénica es aproximadamente 10% más barato que producir soya convencional, los daños al medio ambiente y los daños la salud de la población que está provocando el riego masivo de glifosato es invaluable.
En una hectárea donde hace unos años se aplicaban entre 2 y 3 litros de glifosato, hoy se usan hasta 12 litros. La Red de Médicos de Pueblos Fumigados estima que actualmente se usan 320 millones de litros de glifosato en las zonas sojeras.
Después de casi 20 años de rociado intensivo de glifosato en los campos argentinos, se reporta que hasta 23% de las mujeres en edad reproductiva tuvieron un aborto en los últimos años en las zonas de producción de soya, el número de muertes por cáncer es mayor a 30%, cuando el índice nacional es menor a veinte. En 2014, el Ministerio de Salud de la provincia de Córdoba publicó datos que muestran que en las zonas de producción agrícola intensiva de soya el número de muertes por cáncer exceden en 100% a aquellas que ocurren en las ciudades ¿Está relacionado el glifosato con estos casos tan dramáticos? Los médicos argentinos independientes aseguran que si.
Recientemente en México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) publicó una lista de productos autorizados para consumo de la población, dichos productos son transgénicos (maíz, soya y canola, entre otros) y la mayor parte contienen el gen de tolerancia a glifosato, es decir, muy probablemente los campos donde se sembraron tales productos fueron rociados con glifosato para eliminar las hierbas indeseables en los cultivos.
La aprobación de la siembra de cultivos transgénicos tiene diversas implicaciones para México, en el caso del maíz: la dieta de la población mexicana tiene como base el maíz, este cultivo se originó en México y la diversidad presente en el país será esencial para mejorar los cultivos ante situaciones tales como el cambio climático. Adicionalmente, el consumo de transgénicos resistentes a herbicidas implicará un riesgo enorme para la población al consumir maíz que potencialmente haya sido rociado con glifosato, esto sin mencionar a las y los trabajadores agrícolas, como nuestros hermanos jornaleros del Valle de San Quintín, que además de padecer condiciones de trabajo prácticamente esclavizantes, podrían estar siendo expuestos a altos niveles de herbicidas tales como el glifosato, lo que derivará en niveles de enfermedades como el cáncer nunca antes vistas en México
[pull_quote_center]¿Esperaremos a enterarnos de aumentos dramáticos en el número de abortos, enfermedades y muerte además del esclavismo que sufren los trabajadores agrícolas en México?[/pull_quote_center]
