Pedro Matías
OAXACA, Oax. (pagina3.mx).- El estilo arqueológico Ñuiñe es una incógnita. Ahora, con la Exposición “John Paddock y la identificación del estilo Ñuiñe. Indagaciones en el pasado de la Mixteca Baja”, podrán admirar piezas de una cultura con rasgos diferentes y un desarrollo cultural propio.
La exposición fue inaugurada el pasado 18 de agosto en la Sala Refectorio del Centro Cultural San Pablo, la cual concluirá hasta finales de este año, para luego, en enero de 2017 trasladar a sus orígenes, Huajuapan de León, informó el coordinador de la muestra, Demián Ortiz Maciel.
Explicó que la exposición incluye 30 piezas de la colección del arqueólogo estadounidense, John Paddock, una lápida funeraria de entre 43 por 34 centímetros y dos libros impresos en 1844 en Paris, Francia, que prestó la Biblioteca Nacional de Antropología.
La Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, responsable de custodiar archivos y acervos de John Paddock, ha desarrollado una exposición que mediante piezas arqueológicas, fotografías y documentos reconstruye el proceso de identificación del estilo Ñuiñe que este investigador llevó a cabo.
Se incluyen además los primeros registros de piedras labradas de la Mixteca Baja realizadas en los siglos XVIII y XIX así como las más recientes investigaciones arqueológicas, completando así un panorama amplio sobre las indagaciones del pasado de la Mixteca Baja en las que la aportación de Paddock resultó fundamental.
Ortiz Maciel manifestó que el estilo Ñuiñe es una incógnita porque durante los periodos de esplendor y declive de las poderosas ciudades de Teotihuacán y Monte Albán (entre los años 500 y 1000 D. C.) los habitantes de la Mixteca Baja -región situada entre ambas urbes- se habían limitado a calcar elementos simbólicos y estéticos emanados de estos dos centros de influencia cultural.
Sin embargo, el trabajo del arqueólogo Paddock identificó que en la mixteca baja vestigios con influencias culturales que no eran ni completamente teotihuacanos ni zapotecas cuando Monte Albán esta en auge.
Antes, dijo, se creía que habían replicado o reproducido la influencia cultural de estos dos centros de poder, esto es en la 400 y 800 después de cristo, sin embargo, este arqueólogo detecto que había rasgos diferentes, lo que significa que en la mixteca hubo un desarrollo cultural que no simplemente se dedicó a copiar sino que tuvo su propio desarrollo.
“Decimos que es un estilo arqueológico porque no se tiene claridad sabe la filiación cultural a que cultura pertenecían, en hace 12 o 16 siglos, ni que cultura ni que lenguas hablaban.
Lo que conocemos es que habían un estilo arqueológico, una forma de plasmar la escritura, de hacer la cerámica, de manifestar o expresar los glifos, era muy influenciada por el zapoteco pero tiene características propias”.
Con el estilo Ñuiñe se han identificado ciudades notan grandes, lo que pasó en la región es que había dos asentamientos grandes, uno en el Cerro de las Minas en Huajuapan de León y una serie de sitios en la población de San Pedro y San Pablo Tequixtepec, además de las pinturas rupestres de Tepelmeme, aunque ese estilo se extendió hasta Guerrero y la región de la Cañada.
Fue el arqueólogo de origen estadounidense John Paddock quien con su mirada aguda y su detallado conocimiento del pasado de Oaxaca comenzó a detectar ciertas peculiaridades en antiguas piedras labradas y objetos de cerámica provenientes de la Mixteca Baja que le llevaron a plantear en 1965, una hipótesis alternativa.
Sugirió que si bien estos objetos tenían influencia teotihuacana y zapoteca, también presentaban rasgos estéticos y simbólicos que no correspondían a estas culturas, y supuso que se trataba de un desarrollo estilístico propio de la región al que decidió denominar “Ñuiñe” empleando el término que según su interpretación era el adecuado para designar en lengua mixteca a la “tierra caliente”, uno de los nombres locales para la Mixteca Baja.
¿Cuáles fueron los rasgos que ayudaron a Paddock a identificar de manera general el estilo ñuiñe?, entre ellos se encuentra la cerámica anaranjada con mica, ollitas pulidas, un sistema glífico particular, cabecitas colosales, y urnas de pasta naranja.
