Diana MANZO/ Corresponsal
JUCHITÁN, Oax., (#página3.mx).- Jeimar Tapasco, líder técnico del Centro de Investigación en Arquitectura Tradicional (CIAT), y Gustavo Wilches, escritor y consultor independiente colombiano, enfatizaron que “Escuchar la voz de la naturaleza” debe ser lo prioritario para los gobiernos de Latinoamérica ante el cambio climático.
Ambos expertos en el tema ambiental explicaron durante su participación en la Tercera Comunicación de Cambio Climático celebrado en Bogotá, Colombia, que los monocultivos que practican la mayor parte de los países latinoamericanos -entre ellos México- afectan considerablemente al subsuelo y la vida de sus habitantes.
En México, la práctica del monocultivo es una realidad como modelo de agricultura industrial principalmente en los estados del norte del país, los cultivos como caña de azúcar y y la palma de aceite son algunos de los que están generando más impactos a nivel socioambiental.
Sin embargo, una de las mayores amenazas que pende sobre la población mexicana es la de maíz transgénico.
El modelo de agricultura industrial de México -según la organización Greenpeace- se basa en monocultivos, uso de agroquímicos y semillas transgénicas, las cuales degradan la capacidad de los ecosistemas de producir alimento sano y suficiente en el país, además de desplazar a los pequeños productores del sureste quienes optan por la agricultura sustentable como las que se practica en las comunidades rurales.
El organismo afirmó que el 92% de los recursos federales para agricultura se destinan a los grandes productores del norte, que operan con el modelo industrial, en lugar de incentivar proyectos de agricultura ecológica y el 8 por ciento restante de los recursos para el campo se distribuyen entre el 80% de los productores del país, que trabajan en terrenos menores a 5 hectáreas.
Ante esta realidad que se vive en México y los países latinoamericanos, los expertos recalcaron que es urgente “escuchar la voz de la naturaleza” porque si bien es cierto los gobiernos construyen clínicas, hacen pavimento y proveen de luz eléctrica, pero al mismo tiempo se preguntaron ¿El ser humano para qué quiere una clínica si está jodido de sus órganos y riñones por beber agua contaminada?
Gustavo Wilches explicó que uno queda sorprendido de cómo gobiernos con trayectoria anti-neoliberal comienzan a copiar los errores de los otros, los capitalistas, y no saben qué hacer cuando ven esas incoherencias.
¿Cómo oír esa voz? Se preguntó.
Es “una de las estrategias que inventó la vida”, se respondió al decir que la biodiversidad va a existir en cada uno de los territorios de forma particular y será el planeta Tierra quién diga cuándo modificarse, porque esa es su naturaleza.
Lamentó que los gobiernos solo busquen obtener ganancias, generar negocios adicionales y complementarios tratando de reemplazar lo que la biodiversidad ha estipulado.
Por su parte, Jeimar Tapasco, líder técnico del Centro de Investigación en Arquitectura Tradicional (CIAT), explicó que los impactos del cambio climático apenas se está sintiendo por lo que será necesario que se busquen nuevas alternativas para el clima, principalmente en el tema del agua.
Recalcó que el agua es un factor fundamental y actualmente el campo está sufriendo mucho por esa necesidad y que lo que salvaría será la educación que se le dé a los agricultores.
“Hace 20 o 30 años se les daba asistencia técnica a los agropecuarios, actualmente el programa se ha ido de América Latina lo cual ha dejado a la deriva a los productores, quienes nuevamente ante esta problemática del cambio climático lo requieren debido a que las estaciones del año son variadas, no hay información y se les pierden sus cosechas”.
El experto apostó porque actualmente los países prioricen la “Agricultura inteligente” que significa nula afectación al medio ambiente y aprovechando las condiciones climáticas.
“Los productores deben entender y conocer el clima, deben estar enterados que el clima actualmente es variado, que empiecen a tener nuevas practicas y que esas practicas no generen tanta emisión de gas invernadero como lo hacen los monocultivos”.
Ambos expertos explicaron que es lamentable pero cierto que los gobiernos solo ven las inversiones que den resultados pero no efectivas, por lo que es urgente un cambio de actitud en ellos y también el votante, que no solo escuché construcción de carreteras, aulas u hospitales sino que voltee a ver a quién le apueste al cambio climático.
