Por Janet Cacelín
Ciudad de México. 21 de abril de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- El doctor Jorge Flores Valdés, quien es físico, investigador nacional emérito por el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y miembro fundador del comité editorial de la colección La Ciencia para Todos, aseguró que México se ha convertido en el país más importante en producción de una colección de libros de divulgación de la ciencia, algo que no tienen países como Francia, Estados Unidos o Inglaterra.
En el marco de las celebraciones del 30 aniversario de la colección La Ciencia para Todos, se realizó la séptima mesa temática en la librería Octavio Paz del Fondo de Cultura Económica (FCE), donde además de Flores Valdés, participaron la arqueóloga Linda Manzanilla, así como el físico y doctor en matemáticas Antonio Sarmiento, moderados por Iris Flores, quien es jefa de información de la Agencia Informativa Conacyt.
Iris Flores.Durante la charla, los tres investigadores relataron diversas anécdotas que vivieron antes, durante o después del proceso de publicación de los libros de su autoría que forman parte de la colección.
La creación de La Ciencia para Todos
Jorge Flores Valdés contó cómo nació la colección La Ciencia desde México, antecesora de La Ciencia para Todos. De acuerdo con su relato, todo comenzó por el libro Una ojeada a la materia, que escribió en coautoría con Salvador Cruz y Guillermo Aguilar.
“Lo presentamos a la Secretaría de Educación Pública (SEP) con el objetivo de lograr que la ciencia formara parte de la cultura mexicana. El libro trataba de dar una visión general de la historia desde las concepciones que los químicos y los físicos habían desarrollado de la estructura de la materia. Pero no pasó nada, no se publicó”, relató.
Fue hasta que le dieron un cargo de subdirector en la SEP cuando la directora del comité editorial de esa colección decidió editarlo y publicarlo.
“Editó el libro en una semana, el problema es que cuando lo mandaron estaba total y absolutamente lleno de erratas. Entonces llamé a la encargada y le pedí que lo retirara. En esas estaba yo, cuando llega gente del Fondo de Cultura Económica y me dicen que quieren hacer una serie de libros de divulgación de la ciencia. Nos juntamos con el director en un restaurante y con gente del Conacyt y decidieron apoyar la idea. En esa comida nació la colección La Ciencia desde México, antecesora de la que este año celebramos el 30 aniversario”, relató.
Para sorpresa de muchos, según relata el doctor Flores, el primer libro de la colección que fue publicado y lleva el título de Un universo en expansión tuvo un éxito no previsto. Entonces comenzaron a publicarse los demás.
Jorge Flores.“En algún momento, cuando vi los informes del Fondo de Cultura Económica, era la colección que daba más ingresos al Fondo y seguimos esta labor. Al principio pensábamos que debíamos publicar un libro al mes, y en la cuenta hemos publicado 0.6 libros al mes, lo que es maravilloso para un país como México. Es impresionante que haya una colección de libros que haya producido dos terceras partes de un libro cada mes”, señaló.
Arqueología multidisciplinaria para divulgar
Otra de las ponentes, la doctora Linda Manzanilla, quien es arqueóloga por la Escuela Nacional de Antropología e Historia y doctora en egiptología por la Universidad de París IV París-Sorbonne, relató cómo fue que logró convencer al doctor Jorge Flores de publicar el libro La arqueología, una visión científica del pasado del hombre en la colección La Ciencia para Todos.
“Cuando comenzaron a salir los libros de La Ciencia desde México, me acerqué al doctor Flores y le dije que quería escribir un volumen, pero lo primero que me dijo fue: ‘No, la arqueología no es ciencia’. Yo le pedí que me dejara demostrarle los niveles de integración de información de ciencias exactas, naturales y obviamente humanas que hacemos los arqueólogos”, relató.
De acuerdo con el relato de la doctora Manzanilla, el doctor Flores le dio la oportunidad de publicar el libro y, con ello, de transmitir a los jóvenes que la arqueología es muy emocionante porque se trata de trabajar e interpretar en equipo con genetistas, biólogos, sociólogos, etcétera.
“La arqueología es una disciplina que estudia poblaciones humanas en el pasado, pero ¿cómo cabe en una conexión científica? Mi formación de arqueóloga y de antropóloga estuvo muy ligada a la interacción interdisciplinaria. Encontramos enterramientos humanos y necesitamos decir quién es quién, de dónde vinieron. Para eso usamos los isótopos de estroncio, de oxígeno. Hacemos isótopos de nitrógeno con el Instituto de Geología, hacemos ADN antiguo para saber la diversidad genética de esa población multiétnica”, señaló.
Fantasma cuyo andar deja huella.Para ella, el libro refleja estas perspectivas de que sin la interdisciplina la arqueología puede ser ciencia ficción, porque podría decir cualquier cosa del pasado e incluso imaginar cosas, no crear nuevo conocimiento.
Cómo divulgar sobre el tiempo
Durante su ponencia, el físico y doctor en matemáticas aplicadas por la University of London, Antonio Sarmiento, relató una anécdota sobre su libro El fantasma cuyo andar deja huella.
“La primera vez que yo fui a cobrar mis regalías al Fondo de Cultura Económica, me pusieron una pila de hojas enfrente y me dijeron búsquese. Me puse a buscar por orden alfabético y cuando llegué a la letra S encontré mi apellido y vi una cifra de seis dígitos. Entonces dije: ‘¡Ya sé cuál es mi vocación!’. Volví a tratar de verificar varias veces y a la cuarta vez me di cuenta que las regalías que estaba mirando eran las de Juan Rulfo, no las mías”.
Sarmiento relató que el título de su libro se refiere esencialmente a su contenido, ya que hay gran cantidad de personas que se han dedicado a escribir sobre el tiempo, desde científicos hasta filósofos. Se han dedicado a intentar buscar una definición y ninguno ha quedado satisfecho, ya que, “o acaban escribiendo tratados de 80 volúmenes o de plano escriben cosas que no son fácilmente comprensibles», afirmó.
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