María de los ÁNGELES NIVÓN
En otros tiempos, por esta época, faltando escasamente un año para el proceso federal electoral, la algarabía entre la clase priista de Oaxaca era de regocijo, de entusiasmo por participar, hasta grandes filas hacían para inscribirse a los procesos internos del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Hoy, los tiempos han cambiado, sin duda alguna, porque en la sede del PRI allá por los rumbos de Santa Rosa Panzacola reina el silencio, la incertidumbre, puesto que los priistas no quieren participar como candidatos o candidatas.
Y encima el dirigente estatal del PRI, Germán Espinosa Santibáñez tiene que cumplir con el 50% de las candidaturas mujeres, debe acatar la Ley y la cuota de género, así que anda como loco viendo de dónde diablos va a sacar a tantas aspirantes y ni para echar mano de las que están en el gabinete oficial, porque son muy escasas y no le alcanza.
Como dicen el argot político popular: La caballada está muy flaca.
Y en esa desesperación por ganar la simpatía, primero de los priistas y obtener una candidatura, luego el voto de la ciudadanía, la diputada federal Mariana Benítez Tiburcio se rayó con evento “indígena” del ONMPRI sobre mujeres, que más bien fue simulación, puesto que de indígena no tuvo nada.
El evento se llamó: IV Reunión Nacional de Coordinadoras Estatales de Mujeres Indígenas del ONMPRI, Relatoría de Conclusiones y Propuestas, Rumbo a la XII Asamblea Nacional Ordinaria”.
Con dicho evento celebrado en Oaxaca el pasado miércoles 5 de julio por la tarde en esta ciudad, donde estuvieron presentes diputadas y líderes supuestamente indígenas del país, que por supuesto no representan a nadie, la legisladora oaxaqueña se ganó el mote de “Mariana Benítez la neoindígena oaxaqueña”.
Ello, porque ve a las mujeres indígenas de Oaxaca como un nicho de oportunidad política no como un verdadero desafío social de inclusión, puesto que el tema del indigenismo es algo muy serio que pasa por rescatar, primero sus lenguas materna, su territorio y cosmovisión.
Y el evento político realizado en Oaxaca por el ONMPRI, fue más bien una pasarela para ver quién de las asistentes lucía el traje regional más fregón, de los mejores diseñadores, ojalá fueran hechos por los artesanos oaxaqueños, porque eso es lo malo y es también una incongruencia, por ejemplo, Mariana Benítez luce mascadas de la prestigiada marca Pineda Covalí.
¿Entonces?…¿qué lenguaje habla?
Además sería muy interesante saber ¿qué agenda desarrollaron en el evento político?…¿A qué acuerdos llegaron?…¿Qué etnias estuvieron representadas?
De verdad, no hay necesidad de hacer una simulación de esa naturaleza solo por buscar una candidatura al Senado de la República, es un insulto, una burla al indigenismo de Oaxaca, que merecen todo nuestro respeto y consideración.
Al menos en las fotos no se observan a las mujeres indígenas, se nota que solo se juntaron para la imagen y lo peor de todo es que engañan al gobernador Alejandro Murat Hinojosa a quien con el garlito de que era un evento de mujeres indígenas lo llevaron a la clausura del mismo.
Insistimos, se desconoce cuáles fueron los objetivos de juntar a la clase política priista, no a las mujeres indígenas que quede claro, y el equipo de prensa de Mariana Benítez no envió los acuerdos ni los temas que trataron.
En el presídium estuvieron legisladores y legisladoras federales y estatales; funcionarios y funcionarias del gabinete Muratista, no sabemos si alguno de ellos y ellas represente alguna de las 14 etnias que tenemos en Oaxaca, como por ejemplo:
Antonio Amaro Cancino, Jorge Toledo Luis, Ana Vásquez Colmenares, Nallely Hernández, Miriam Liborio Hernández, Maritza Escarlet Guerra, Germán Espinosa Santibáñez, David Aguilar Robles, Felícitas Hernández Montaño, etc.
Y por supuesto Claudia Ruiz Massieu, secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, que también estuvo en la mesa de presídium. Así como la senadora Hilda Flores Escalera, dirigente nacional del ONMPRI.
¿Dónde estuvieron las etnias de Chiapas, Guerrero, Michoacán, Tabasco, Veracruz?, eso por mencionar algunos estados.
En su intervención, Mariana Benítez dijo: “La propuesta enarbola un régimen estatutario de avanzada, con alta vocación democrática, que pretende que en las comunidades donde existe un importante porcentaje de población indígena, ésta se vea representada en los comicios y, entonces podamos hablar no solo de una igualdad sustantiva, sino de una democracia igualitaria”.
Por supuesto que sería fundamental que nuestra población indígena oaxaqueña estuviera representada por verdaderos representantes populares, no por quienes se han servido de ellos, no por quienes en el afán de ganar un cargo de elección popular, los utilizan como bandera “democrática”, y cuando están en la palestra se olvidan a quienes representan.
Ese doble discurso y lenguaje es el que se cuestiona, lamentablemente en México y Oaxaca, todos los partidos políticos están cortados con la misma tijera, no hay uno solo que represente los verdaderos intereses y las causas indígenas, son lo mismo PAN, PRD, PRI, Morena, PVEM, MC, etc.
Sería interesante saber por ejemplo: ¿Qué ha hecho Mariana Benítez con los 20 millones de pesos asignados por el Congreso Federal para cada uno de los legisladores?
¿Qué les ha dado a los indígenas?…¿Por lo menos les ha llevado obras de beneficio social que les ayude alivianar la pobreza en que viven las mujeres indígenas?…¿O algún curso para aprender alguna actividad?…¿Becas educativas para las jóvenes?…¿Oportunidades para estudiantes indígenas que no pueden llegar a la Universidad?
Hay tanto por hacer en Oaxaca en beneficio de las mujeres indígenas, que de verdad, aunque el PRI esté en su legítimo derecho como partido de tratar de enarbolar las causas de los grupos indígenas, debe tomar el tema con absoluta seriedad, no como una simulación para ganar cargos de elección popular.
Las mujeres indígenas de Oaxaca merecen todo el respeto y por supuesto verdaderas oportunidades de desarrollo, de inclusión en todos los temas de la agenda pública, no ser utilizadas como bandera política por quienes aspiran al Senado de la República.
¡Es el colmo!
LA DISCRIMINACIÓN A DELEGACIÓN DE JUCHITÁN
De por sí el gobernador Alejandro Murat Hinojosa lo trae en la mira, precisamente porque no ha dado resultados, y hoy con su falta de sensibilidad para resolver el tema de la delegación de jóvenes de Juchitán que participarían en la Guelaguetza 2017, el secretario de Turismo, Juan Carlos Rivera Castellanos metió en una bronca al Gobierno del Estado, al dejarlos fuera.
La Delegación de Juchitán siempre ha participado en los Lunes del Cerro, desde hace décadas, y los integrantes del Comité de Autenticidad no tuvieron la suficiente sensibilidad ni la capacidad para resolver el tema de las dos delegaciones juchitecas que pelean la participación en la Guelaguetza.
Son cuatro ediciones de las festividades, bien se hubieran repartido entre los dos grupos de dos y dos, no hay pretexto para no dar una solución, pero tuvieron que ejercer el autoritarismo y dejarlos fuera, empeoraron las cosas.
Y por supuesto la presidenta municipal de Juchitán, Gloria Sánchez López y el Cabildo ya respondieron en conferencia de prensa, calificaron el acto como discriminatorio y anunciaron su llegada a la Ciudad de Oaxaca para plantarse en el mercado público en que está convertido el Palacio de Gobierno y el zócalo capitalino.
De verdad que hay funcionarios que no ayudan al gobernador Alejandro Murat Hinojosa, solo le enredan más los problemas.
Y miren que Juan Carlos Rivera está en la mira, al igual que Jesús Rodríguez Socorro de Economía, ya hartaron al Mandatario oaxaqueño porque se le pegan como lapa y no cumplen con su responsabilidad encomendada.
No hay resultados en estas dependencias estatales y aguas porque si siguen así, les van a dar las gracias.
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