Jaime GUERRERO
OAXACA, (pagina3.mx).- El Arzobispo de Antequera, José Luis Chávez Botello, exigió justicia y se restaure la vida de las víctimas, así como de los seis normalistas asesinados y 43 desaparecidos en Ayotzinapa, Guerrero, entre ellos, dos de origen oaxaqueño.
En conferencia de prensa, al término de la misa dominical, Chávez Botello, exigió que salga la verdad y a la luz pública el caso de los normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, se haga justicia y se restaure la vida de los víctimas y de toda la sociedad.
Sobre los vínculos que se han exhibido entre la clase política y la delincuencia organizada, como en el Estado de Guerrero, donde fueron asesinados seis normalistas y 43 más permanecen desaparecidos, dijo que ese escenario prende los focos rojos de alerta si no se actúa.
“La justicia no solo es tomar presos a los culpable y meterlos a la cárcel, no. La justicia es resarcir el daño que se ha hecho a la sociedad”, demandó.
La sociedad está muy lastimada, al tiempo de que ha perdido credibilidad.
Para el jerarca de la Iglesia católica en Oaxaca, el caso de los normalistas asesinados y desaparecidos en el Estado de Guerrero, es una llamada de atención a todos y a quienes dañan la sociedad en otros campos. “Es una alerta”, asestó.
Frente a ese tipo de escenarios, convocó a cerrar filas desde la familia, en comunidades, barrios y colonias. Pidió también que se revisen las amistades para saber hacia dónde nos conducen.
En tanto, alertó que en el país las instituciones educativas, de gobierno, organizaciones, sindicatos, la familia y hasta el matrimonio, están muy debilitadas y han perdido credibilidad.
De acuerdo a Chávez Botello, esas instituciones en lugar de fortalecerlas y rescatarlas, “parece que las atacamos”.
“Las instituciones como la familia, las instituciones de educación, las instituciones de gobierno, organizaciones y sindicatos, que su origen es esperanzador, están debilitas”, apuntó.
Indicó que cuando la ambición y el bien se olvida, se debilitan esas instituciones y pronto se van convirtiendo en espacios de intereses, como en el matrimonio por interés.
Chávez Botello, alertó que cuando una sociedad ataca sus instituciones, todo se viene a bajo
Del mismo modo, llamó a reflexionar sobre el papel del matrimonio, ante el alto grado de deterioro que padece esa figura.
Por lo pronto, confió en que la Coronación de la Inmaculada Virgen de Juquila, haga que las y los oaxaqueños hagan conciencia de la grave situación que priva en Oaxaca.
“Estamos divididos, encadenados a la pobreza por la corrupción e injusticia social, paralizados y dañados por la violencia y la irresponsabilidad”, asestó.
Urgió entonces a la oración y reflexión, para arrancar desde el corazón la frustración, resentimientos, agresividad, para derribar prejuicios y la desconfianza, doblegar egoísmos.
Frente a ello pidió a las y los oaxaqueños, trabajar en los hogares, capillas del barrio o comunidad y la sede parroquial, inculcando desde la fe, la reconciliación social.
Chávez Botello, confió en que los 215 católicos con liderazgo y presencia en diferentes sectores y ambientes de Oaxaca, cumplan su compromiso que hicieron ante la Virgen de Juquila, de trabajar por un año por la reconciliación social y paz social de Oaxaca.
“Se tienen que esforzar por debilitar y erradicar toda expresión de violencia, promover los valores fundamentales y fomentar la convivencia pacífica”, exhortó.