Horacio Corro Espinosa
Oaxaca.- El martes de esta semana, el tesorero municipal del ayuntamiento de Huajuapan, dio conocer los nombres de los medios de comunicación que recibieron dinero en la pasada administración; y compara esas cantidades, con el dinero que ha otorgado la administración de Luis de Guadalupe Martínez.
Aparentemente, la actual administración municipal, ha erogado mucho menos recursos a los medios, que la pasada administración. No dudo que hay gente que se deja sorprender por estas afirmaciones salidas desde la misma Tesorería. Pero esta información va cargada de falsedades, y con estas, pretende que la ciudadanía crea que todo periodista es corrupto y chayotero.
Para los que no sepan, déjenme decirles que el chayote es una palabra usada como sinónimo de soborno para que el periodista escriba o diga lo que le conviene al que otorga el dinero. Es como la acción de pagar para que no me pegues. A ese dinero se le llama: embute, del verbo embutir: es meter algo dentro de otra cosa y apretarlo. Es meter algo a la fuerza.
Pero bueno, les decía que lo que publicó el tesorero es muy mentiroso, y por consecuencia, todo el cabildo por haberlo permitido. No se puede comparar todo el año 2013 con nueve meses de este ayuntamiento.
Yo no sé si los medios dados a conocer tienen contratos o convenios para recibir tales cantidades económicas. Desde luego que eso no es ninguna vergüenza, es un negocio como todo. Todos tenemos que vivir de nuestro esfuerzo. El periodismo también es un negocio. Lo que no se puede hacer es lo que hacía Carlos Denegri, por ejemplo. Su vida periodística se ha convertido en una leyenda inmoral. A él se le conoce como al padre del chayote. Fue odiado y temido por políticos y empresarios. Su columna se llamaba “Miscelánea política”, y era la más leída en los círculos del poder. Lo curioso, es que muchos políticos recibían mensualmente facturas de él, sin haber aparecido en su espacio. Lo cierto es que cobraba por no mencionarlos.
Ignoro con qué fin el presidente municipal, dio a conocer lo que percibe cada uno de los medios de comunicación. Pero no es difícil suponerlo. En los últimos días él ha sido vapuleado por la mayoría de los medios de comunicación en la entidad. Tal vez, en su desesperación haya buscado una forma de desquite contra los que de alguna manera han criticado su manera de gobernar. Y con esto, quiere dar a entender que le están pegando no por su trabajo, sino porque les redujo sus ingresos.
No dudo que dentro de su nómina municipal, haya periodistas que cobran por el simple hecho de ser periodistas, nomás. También, puedo estar seguro, que dentro de estas listas aparecen prestanombres de periodistas que omiten su nombre propio, pero los muy listos, mandan a cobrar a su hija o a su hermano o a su esposa.
No dudo también, que dentro de esta administración, pueda haber personajes sin ningún cargo, sin ningún nombramiento, pero que disponen de vehículos municipales durante las 24 horas del día.
Pero vamos a suponer que el ayuntamiento sí otorgó estos chayotes a los periodistas. Entonces, dónde hubo esa ruptura entre el presidente con los periodistas para que estos dejaran de ver sus virtudes. El chayote en el periodismo es como la prostitución: te pago para que me acaricies.
Si los periodistas descubiertos o dados a conocer fueron chayoteados para hablar positivamente del trabajo del ayuntamiento y no cumplieron, entonces, verdaderamente se van a ver en aprietos por no cumplir, pues les espera una tarea difícil para manejar ese fruto tan espinoso. Y si por sus pistolas el tesorero municipal dio a conocer esa información, igualmente, va a tener una tarea muy complicada, como será el hecho de dar a luz tan espinoso fruto.
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