Jaime GUERRERO
Antonio Luigi Mazzitelli, representante regional de la Oficina de las Naciones Unidas (ONU) contra las Drogas y el Delito en México el Delito para México, Centroamérica y el Caribe, afirmó aquí, que la legalización de la droga no termina con la violencia del Crimen Organizado en el país.
“Tal vez beneficia a algunos grupos económicos por el desplazamiento de recursos económicos pero no termina con otros delitos al dispararse”, advirtió.
Luigi Mazzitelli explicó que las drogas se comercializan y se distribuyen con regularización o sin ella, principalmente por la capacidad de las organizaciones criminales en México.
No obstante, recomendó que las organizaciones criminales que aprovechan de los mercados de drogas y generan un problema de seguridad, tienen que ser perseguidos a través de política criminal de los estados.
Durante su participación en el Foro para evitar la regularización de la marihuana celebrado en el Congreso del Estado, aseveró que ‘la legalización (de las drogas) es un respuesta demagógica a varios problemas’.
Al lado del presidente de la comisión de Salud en la LXII Legislatura local, César Barroso Sánchez y Carmen Fernández Cáceres, directora nacional del Centro de Integración Juvenil (CIJ”, alertó que esa medida, “no tiene impacto directo en la disminución de la violencia que generan las organizaciones criminales, ya que los delincuentes encontrarían otro mercado para seguir delinquiendo”.
Consideró que la legalización de las drogas “no soluciona, al contrario, empeora los costos sociales, como económicos, ya que a mayor disponibilidad hay mayor consumo, y a mayor consumo hay un aumento a la propensión a la generación de adicciones’, alertó.
En ese sentido, el representante regional de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito para México, Centroamérica y el Caribe destacó las decisiones tomadas por el actual gobierno federal.
Además, Mazzitelli afirmó que México juega un papel importante para la oficina que encabeza, debido a que sus modelos son copiados para después aplicarlos en la región, aunque la lucha contra el consumo de drogas es a largo plazo.
“La lucha contra el consumo de drogas es a largo plazo, con inversiones continuas en materia de prevención, no sólo en el consumo de drogas sino de todas las adicciones, con el fortalecimiento de los servicios de rehabilitación’, apuntó.
Puntualizó que la postura de la ONU es muy clara: “el consumo de drogas es un problema de salud que tiene que ser solucionado con una política de salud integral”.
Incrementa consumo de marihuana en Oaxaca
En su oportunidad, Fernández Cáceres, advirtió que en Oaxaca el consumo de marihuana se incrementó en menores de 10 a 14 años de edad.
A su juicio, no se debe criminalizar a los usuarios de las sustancias sino rehabilitarlos.
Explicó que a nivel nacional se aumentó el consumo de la droga en 20%, mientras que en Oaxaca 13.5 %, al pasar del 83.7% al 97.5%, eso habla de que en 17 estados del país han aumentado las cifras de consumo.
Detalló que en la capital de Oaxaca y Huatulco se ha detectado que la edad promedio de inicio en la ingesta de la marihuana es de los 10 a los 14 años, hombres y mujeres.
Fernández Cáceres advirtió que el consumo de alcohol va aparejado a la ingesta de droga, porque la marihuana ha sustituido en las fiestas al tabaco.
En tanto, la directora del CIJ, el sistema de Salud no aguanta la legalización de una droga más.
Detalló que los hospitales están saturados de pacientes con enfermedades relacionados con el alcohol y el tabaco, «el Sector Salud no tiene la capacidad de atender más enfermos».
Así, consideró que en México no es factible la legalización de la marihuana al traer muchísimos problemas relacionados a su consumo.
Por lo pronto, urgió al Congreso local regular la venta de inhalables, dado que ocupa el cuarto lugar en el consumo de las drogas detrás del alcohol, tabaco y cocaína, ‘es algo que no ha sido regulado en el país y sus estados’.
Fernández Cáceres, alertó que no hay evidencias médicas para aprobar su uso medicinal, pues no se ha comprobado que sirva para la reuma, esclerosis múltiple, glaucoma y cáncer terminal, toda vez que hay medicamentos propios.