Jaime GUERRERO
Oaxaca, (pagina3.mx).- Sentados alrededor de una mesa cuadrada ubicada en el área de alberca de un hotel. Los diputados del Partido Nueva Alianza (Panal), Jefte Méndez Hernández y del PRI, Fredy Gil Pineda Gopar, “fumaron la pipa de la paz”.
Las cachetadas y amenazas de muerte que presuntamente propinó el priísta al “nuevaliancista” el pasado 27 de noviembre, por traicionar la alianza con la bancada tricolor y optar por una amalgama con el PAN y PRD, quedaron atrás con un singular apretón de manos.
Testigos del rencuentro fueron los coordinadores del PRI, Alejandro Avilés Álvarez; del PAN, Natividad Díaz Jiménez y el Presidente de la Junta de Coordinación Política, Félix Serrano Toledo, quienes dicho sea de paso también limaron asperezas, previamente.
Con sutil ironía, Méndez Hernández, devolvió a Pineda Gopar la afrenta al obsequiar al priísta el libro “Manual de Carreño; Urbanidad y Buenas Maneras”.
“Demos la vuelta a la página”, concedió Méndez Hernández, frente a los integrantes de la Junta de Coordinación Política.
“No hay dolo. Eres diputado. Los tiempos violentos ya acabaron, vamos a otros tiempos, para adelante a trabajar en el Congreso”, le dijo Méndez Hernández a Pineda Gopar.
“Me disculpo. Fue un arrebato de coraje porque siento que mi fracción no hacía nada (por defender sus posiciones en el Congreso). Fue impulso”, justificó el priísta y vino el apretón de manos, las risas y bromas entre los ahí presentes. Luego las fotos.
Una noche antes, vía telefónica, Pineda Gopar se disculpó con Méndez Hernández, y para este martes fue en un lugar público ante los integrantes de la Junta de Coordinación Política.
La plática de reconciliación que sostuvieron en el hotel Fiesta Inn, transcurrió en menos de 30 minutos. Culminado el encuentro los priístas abandonaron el sitio y se enfilaron a reuniones privadas, con el acuerdo de que para el próximo jueves sesionarían de manera normal.
Tras quedó la sentencia: «Te voy a matar. Ya deja de estar chingando la madre», que lanzó el Pineda Gopar, provisto de armas de fuego y apoyado por porros y empleados que paga el Congreso, al ex aliado de su partido, su homólogo del Partido Nueva Alianza (Panal), Jefté Méndez Hernández.
Y es que las disputas económicas, políticas y de posiciones en el Congreso de Oaxaca habían pasado en el último mes de la guerra de declaraciones y tomas de la Mesa Directiva, a los golpes y amenazas de muerte el pasado jueves 27 de noviembre.