Horacio Corro Espinosa
Oaxaca, (pagina3.mx).- Quiero hacerles una pregunta: ¿a quiénes le sirven los servidores públicos?, la respuesta obligada sería que nos sirven a nosotros, a los ciudadanos. Pero según parece, que en el estado de Oaxaca, esta respuesta está poco avalada por la realidad.
Desafortunadamente, en nuestra entidad oaxaqueña, los servidores públicos suelen servir a su partido, a su candidato, a su líder, a sus intereses, a su economía personal, a sus prejuicios, a su mediocridad y a lo que se vaya ofreciendo, pero rarísima vez al ciudadano.
Otra pregunta: ¿Has sentido que tus necesidades son cubierta por el interés de tu representante municipal? ¿Has tenido la seguridad de que estos «servidores públicos municipales» trabajan para servirte en rubros como salud, seguridad, transporte, alumbrado público y todo lo que es de su competencia?
Supongo que a cada pregunta fuiste respondiendo: no, no, no. ¿Y a qué viene todo esto? Se los voy a platicar.
No es que yo quiera defender aquí al actual presidente municipal de Santiago Juxtlahuaca, José Alfonso Feria Rodríguez. Desde luego que no comparto algunas cosas de esa administración. Participó en este tema por las amenazas vertidas en contra del síndico procurador de ese municipio, Licenciado Venancio Pascual Avendaño Guzmán. En realidad, espero que se investigue, y de ser efectivas esas amenazas, se castigue a los funcionarios que además, utilizan pistoleros para amedrentar a sus enemigos. De no ser cierto, que se castigue por falsedad de declaraciones, también.
En base a las acusaciones del síndico, se debe investigar quiénes son esos pistoleros. Se supone que un pistolero es quien usa pistola y que se pasean impunemente por los corredores del palacio municipal de Santiago Juxtlahuaca.
El síndico procurador Avendaño Guzmán, dice que no ha firmado ni firmará ningún documento del ayuntamiento hasta que no se le informe por escrito, sobre los recursos, porque de lo contrario se comprometería a futuro. Y es cierto, tiene razón, una firma puede significar la cárcel.
Pero cabe hacerse una pregunta: como el síndico se propuso no firmar ningún documento, entonces, acepta que por no estampar su firma se perdieron 28 millones de pesos para la edificación de un deportivo en rastrojo. Por no firmar un documento, la población se quedó si ese importante servicio.
Por no firmar los documentos de su responsabilidad, que es la de la impartición de justicia, prefirió quedarse con el dinero en su bolsa y no reportar las constancias a la Tesorería, pues al fin no había documento de por medio.
El no firmar, también tiene consecuencias. Ahora, los nueve regidores, por acuerdo de cabildo, decidieron quitarle al síndico procurador, algunas de sus responsabilidades como por ejemplo: Licencias de fracción, constancias de rectificación, constancias de subdivisión, y licencias de función de predios.
¿Será que por no firmar, este licenciado, duró tres meses en su anterior responsabilidad como presidente de bienes comunales en Santiago Juxtlahuaca?
¿Será que por no firmar, el síndico procurador, no quiso abrir personalmente su oficina, por eso mandó a su esposa para hacer esa tarea?
Hay otras preguntas que quedan en el aire, pero ojalá este comentario llegué a oídos de los responsables de la seguridad en el estado, para que se investigue las graves amenazas que otros funcionarios municipales le hicieron a su persona. Así lo asegura el síndico procurador de Santiago Juxtlahuaca, Venancio Pascual Avendaño Guzmán.
Y ojalá, que la ciudadanía del municipio de Juxtlahuaca, se haya enterado, mínimamente, del por qué no ha avanzado la prosperidad en la región. Por una firma. Lo que hace una firma ¿verdad?
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