OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- Han pasado 50 años desde que el maestro Félix Javier Hernández Martínez era conocido como «El Chamaco Hernández» entre los músicos de la ciudad.
Perteneciente a una dinastía musical de tres generaciones, Javier Hernández ha combinado durante cincuenta años su carrera como baterista y violinista, interpretando música popular, jazz y música de concierto.Para celebrar una trayectoria en la que además ha sido por 35 años profesor de música e integrante fundador de variadas agrupaciones como «Las Siluetas», la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, el Grupo de Jazz de la misma institución, la Orquesta Primavera y la Sinfónica de Oaxaca, este viernes 16 se le ofrecerá un homenaje en el teatro Macedonio Alcalá.
Una orquesta amplia y versátil conformada por amigos,compañeros y familiares, bajo la dirección del maestro Óscar Rafael Martínez García, le brindó un concierto que inició a las 19:00 horas.
El repertorio del concierto incluyó música clásica como la Suite del Lago de los Cisnes de Tchaikovsky, Carmina Burana de Carl Orff, con la participación del Coro de la Ciudad, y la presentación especial de la soprano internacional oaxaqueña Patricia Trujano, originaria de Huajuapan de León quien radica en Viena.
También interpretarán rock de The Beatles y Queen, Jazz, música oaxaqueña y temas de la gran orquesta de Glenn Miller, así como rock an roll de los años 60 y salsa de Héctor Lavoe y Rubén Blades.
Un amplio y versátil programa con la música que ama y que ha interpretado a lo largo de 50 años el maestro Javier Hernández.
El homenaje lo dieron a conocer este miércoles en rueda de prensa, efectuada en el Centro Cultural Universitario, el director de Arte y Cultura de la UABJO, Flavio Moralez Cruz, las violinistas Conchita Hernández y Reyna Kristel Hernández, y el propio homenajeado quien dijo sentirse contento aunque no se esperaba este reconocimiento.
Javier Hernández, un músico precoz
Sus compañeros le decían «El Chamaco Hernández» porque fue un músico precoz. A los ocho años ya estaba en los escenarios y siendo aún menor de edad participaba en eventos organizados por los grandes salones de baile de la Ciudad de México, con los grupos y orquestas más populares de los años setentas.
A los seis años inició sus estudios musicales con su padre, el maestro Tobías Hernández; más adelante su primo, el maestro Arturo Martínez San Juan, le enseñó a tocar las percusiones, aunque sus pies apenas alcanzaban los pedales de la batería.
A los diez años se integró a la orquesta de los «Hermanos Martínez», con los cuales alternaba en bailes con las mejores orquestas del momento en el país: la de Carlos Campos, de Juan García Medeles, Pablo Beltrán Ruiz, Gamboa Ceballos y la Sonora Santanera, por mencionar algunas.
Poco tiempo después, en la Ciudad de México, a donde se trasladó con su familia, formó parte de la «Sonora San Juan», con la cual grabó su primer disco.A pesar de ser menor de edad, sus tíos abogaban para que lo dejaran tocar en salones de baile donde sólo tenían acceso personas mayores de 18 años. Combinaba la escuela primaria por la mañana, con la música por las tardes y noches.
A su retorno a Oaxaca, cuando apenas contaba con once años, su abuelo, Reveriano Martínez San Juan funda la orquesta «El Chamaco Hernández» , llamada así por el cariño a su nieto quien, como baterista, ya era conocido con este nombre. Con esta orquesta y a esa corta edad, Javier Hernández Martínez tuvo la oportunidad de dirigir, podría decirse, su propia orquesta.
A los 14 años, su tío, el maestro Ángel Martínez San Juan creó el grupo «Las Siluetas de Oaxaca» y lo invitó a integrarse en la batería. Con Las Siluetas, El Chamaco Hernández tuvo la oportunidad de tocar «palomazos», como se dice en el argot musical, con afamados grupos de la época como «Los Socios del Ritmo», «Los Terrícolas» y «Germaín y sus Ángeles Negros».
Llegaron los tiempos universitarios y Javier Hernández ingresó a la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez (UABJO) donde se graduó como violinista e instructor de música, e inició su carrera dentro de la música clásica y el jazz.
En su alma mater participó en la fundación de la Orquesta de Cámara de Bellas Artes y del Grupo de Jazz de la misma institución. Pero no abandonó la música popular, por el contrario, destacó en ese ámbito al acompañar a varios afamados compositores e intérpretes como Armando Manzanero, Yoshio, Sergio Esquivel, Lila Deneken y Estelita Núñez.
También participó en la fundación de la Orquesta Primavera de Oaxaca con el maestro Rodolfo «Popo» Sánchez y, antes de incorporarse a la Orquesta Sinfónica de Oaxaca, de la cual forma parte a la fecha, realizó giras por la Unión Americana con Las Siluetas.
Una trayectoria de 50 años compartida entre la música popular y de concierto, que será motivo de celebración en el teatro Macedonio Alcalá este viernes a partir de las 19:00 horas, en un homenaje que se realizará con el apoyo de la UABJO, la Secretería de las Culturas y las Artes de Oaxaca, y la participación de sus amigos músicos. El acceso el libre.
