Serena retorna al certamen luego de lo ocurrido en 2001, cuando en la Final contra la alemana Steffi Graf, fue abucheada, lo que consideró como una agresión racista, por lo que decidió no participar más.
«Con el verdadero significado del perdón, volveré orgullosa», señaló la número uno del mundo, en un texto escrito para la revista TIME.
En ese mismo torneo en el duelo de Semifinales en el que se enfrentarían las hermanas Williams, la mayor de ellas (Venus) no asistió debido a una tendinitis, por lo que el público especuló que se debía a un arreglo entre ellas.
«Las falsas acusaciones de que nuestros partidos estaban arreglados dolieron y nos desgarraron profundamente por dentro. El trasfondo de racismo fue doloroso, confuso e injusto», criticó la ganadora de 19 Grand Slams.
Para la jugadora de 33 años de edad, tal acción le generó una gran molestia, ya que para ella el tenis es un deporte que ama con todo el corazón, además que es su disciplina favorita.
«A lo largo de mi carrera, la honradez lo fue todo para mí, también lo es todo y más para Venus», agregó.
La reciente campeona del Abierto de Australia, expresó que era afortunada al no tener que demostrar nada.
«Soy afortunada por estar en punto de mi carrera en el que no tengo nada que demostrar», finalizó.