ELISA RUIZ HERNÁNDEZ
OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- Para Maximiliano Aguilar Montaño, el joven que personificó a Jesucristo en el tradicional Viacrucis que se representó este Viernes Santo en la parroquia de San Juanito, la sociedad se ha quebrantado poco a poco debido a la corrupción, el alcoholismo y las adicciones.
Tras haber sido bajado de la cruz por centuriones con cara de niño, Max, como le llaman sus compañeros, fue atendido por socorristas para verificar su estado de salud, y luego tomó un reposo sobre una colchoneta, rodeado de su novia, hermana y amigos.
San Juanito es como se le llama coloquialmente a la agencia municipal de San Juan Chapultepec asentada en las faldas de los cerros que rodean Monte Albán, al sur de la capital oaxaqueña, que cada año atrae a miles de fieles católicos a ser testigos de la escenificación de la pasión y muerte de Jesucristo.
El recorrido de Max a lo largo de las 14 estaciones del Viacrucis inició a las ocho de la mañana y culminó a la una de la tarde con la crucifixión.
Dedicado al reparto de quesos montado en su motocicleta, este Viernes Santo su recorrido fue a pie, descalzo, bajo un sol candente, a más de 40 grados de temperatura, cargando una cruz de 67 kilogramos de peso, y siendo flagelado realmente.
Ya sin la corona de espinas, pero con la espalda y costado poblados de moretones y heridas, Max habló de éste su tercer año personificando a Jesús en el Viacrucis de San Juanito, de donde es habitante.
-¿Por qué representar un papel tan doloroso?
– Por fe. Primero que nada por la fe que tengo en Dios. Yo creo que con la fe en Dios se pueden cambiar las cosas aquí en la tierra. Esa es la fe que me inculcaron mis padres desde pequeño, de adorar a Dios, hacer oración y pedir por los demás.
-Se percibe que la fe se está perdiendo en el mundo…
-El mundo ya está demasiado corrompido, están pasando cosas que hace tiempo no se vivían. La drogadicción, el alcoholismo, y otras cosas han hecho que el mundo y la sociedad se vayan quebrantando poco a poco.
-¿Cómo crees que puede recuperarse la fe ya no en Dios sino por lo menos en el ser humano?
– Como en la última cena dijo el Señor, yo digo que amándonos los unos a los otros, esto hay que ponerlo en práctica, hay que ver qué podemos hacer por nuestro prójimo, darle un bote de agua, ayudar a los ancianos, pequeñas obras de caridad; formar parte de brigadas de apoyo para dar servicio a la comunidad que lo necesita.
-¿Cómo te preparaste para representar el papel de Jesucristo?
–En el aspecto espiritual hay que hacer oración, un poco ayuno, ponerse en las manos de Dios para concluir bien con esta misión. En el aspecto físico, de unos meses para acá salir a correr, tomar más de tres litros de agua diario, caminar, cargar la cruz, hacer recorridos con la propia cruz que pesa 67 kilos. Y también me preparo en la fe; en la iglesia tomamos pláticas sobre valores sociales con las hermanas ciervas del Verbo Divino.
-¿Tienes alguna inclinación por la vocación sacerdotal?
-No. Yo tengo pensado hacer mi vida normal como cualquier ser humano. Yo hago esto como un acto de fe, de devoción, y lo realizo aquí en la iglesia para dar a conocer a la sociedad que podemos acercarnos a Dios.
-¿Cómo te sientes luego de una representación que llega miles de personas, algunas que hasta sufren contigo?
-En este caso sé que no es un sufrimiento similar al que vivió Jesucristo. Con esto quiero dar a conocer a la sociedad que el Señor Jesucristo dio la vida por nosotros, perdonó nuestros pecados, y si yo pudiera ser el reflejo de Jesús que sea para que quienes me ven hagan conciencia de que Jesús tuvo un camino por nosotros.
Por último, Max agradeció a sus compañeros que estuvieron al pendiente de él a lo largo de cinco horas de Viacrucis.
“A mis compañeros de grupo les doy las gracias porque realmente sin ellos no hubiera salido bien esto. Y a familiares y amigos les agradezco que hayan estado presentes y hayan cuidado de mi persona no sólo ahora, sino desde que iniciamos la preparación en enero”.
Y entre bromas y verdades le dice a un amigo que lo acompaña: “Ya vete preparando porque a tí te toca el próximo año”.
