Prácticamente todas las grandes conferencias internacionales concluyen con un “programa de acción”, conocido en la jerga de la ONU como el “documento final”, precedido por una declaración política en la que 193 Estados miembros se comprometen religiosamente a cumplir sus compromisos.
Pero más de 620 organizaciones no gubernamentales (ONG), en una alianza sobre todo de activistas internacionales del agua, se quejan de que la declaración política propuesta para la Agenda de Desarrollo Posterior a 2015 de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) pretende marginar el asunto del agua y el saneamiento a un lugar secundario.
«Cualquier agenda de desarrollo está supeditada a la disponibilidad de los recursos de agua dulce, y a medida que el mundo lucha contra la crisis cada vez más grave de escasez de agua dulce, la competencia por el acceso ya está causando conflictos en todo el planeta”: Meera Karunananthan.
La aprobación de la agenda de desarrollo, y la de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), está prevista en una reunión cumbre de líderes mundiales que se desarrollará en la sede de la ONU en Nueva York, del 25 al 27 de septiembre.
Meera Karunananthan, activista de la organización Proyecto Planeta Azul, dijo a IPS que, dado que más de 600 ONG de todo el mundo reclaman a los Estados miembros que modifiquen la declaración política propuesta, es evidente que el agua sigue siendo un problema clave para miles de millones de personas.
“Cualquier agenda de desarrollo está supeditada a la disponibilidad de los recursos de agua dulce, y a medida que el mundo lucha contra la crisis cada vez más grave de escasez de agua dulce, la competencia por el acceso ya está causando conflictos en todo el planeta”, sostuvo.
La alianza incluye a las organizaciones WaterAid, Food and Water Watch, Council of Canadians, Global Water Institute, Earth Law Alliance, Indigenous Rights Centre, Right 2 Water, Church World Service, Mining Working Group, End Water Poverty y Proyecto Planeta Azul.
Lucy Prioli, de WaterAid, señaló a IPS que hay más de 2.500 millones de personas que viven sin saneamiento básico y cientos de millones más no tienen acceso al agua, por lo que es fundamental que ambos estén “al frente y al centro de la declaración post 2015” como derechos humanos.
“La comunidad internacional nunca logrará su ambición de acabar con el hambre mundial a menos que también aborde la desnutrición, que es causada por el agua contaminada y la falta de saneamiento”, afirmó.
La Asamblea General de la ONU, con 193 Estados miembros, reconoció en 2010 que el agua y el saneamiento son derechos humanos básicos.
Sin embargo, 40 por ciento de la población mundial no tiene acceso a saneamiento adecuado y 25 por ciento carece de agua potable.
En un informe conjunto de 2012, los organismos de inteligencia de Estados Unidos pronosticaron un futuro sombrío con conflictos étnicos, tensiones regionales, inestabilidad política y hasta asesinatos en masa.
En los próximos 10 años, “muchos países importantes para Estados Unidos casi seguramente experimentarán problemas de agua, por escasez, mala calidad… o inundaciones, que contribuirán con el riesgo de inestabilidad y fracaso del Estado, y el aumento de las tensiones regionales”, advirtió el documento, conocido como National Intelligence Estimate.
La agenda económica posterior a 2015 propuesta por la ONU, que incluye a los ODS, no debe cerrar los ojos ante estos conflictos previstos, observó Karunananthan.
En cambio, debe ser proactiva y salvaguardar al agua para el medio ambiente y las necesidades esenciales de la población, reconociendo expresamente el derecho humano al agua y al saneamiento, añadió.
“Si queremos evitar los errores del pasado que llevaron al estrepitoso fracaso en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) con respecto al saneamiento, entonces es importante que los ODS estén firmemente arraigados en un marco basado en los derechos humanos”, subrayó.
Los ocho ODM, establecidos en 2000, vencen este años, cuando serán reemplazados por los ODS. El primero de los ODM, el de la erradicación de la pobreza extrema y el hambre, estableció como una meta concreta el reducir en 2015 a la mitad la población mundial sin acceso al agua potable y al saneamiento básico, respecto a los datos de 1990.
La alianza quiere asegurar que las necesidades de la humanidad y el medio ambiente tengan prioridad en la estrategia de gestión de los recursos hídricos promovida por los ODS.
“La agenda de desarrollo posterior a 2015 presenta una oportunidad importante para cumplir con los compromisos asumidos por los Estados miembros en 2010?, indican las ONG.
La declaración será un documento de aspiraciones políticas que incluirá a la agenda post 2015 y a los ODS. Se espera que un borrador del documento se publique a finales de este mes.
Algunos Estados miembros de la ONU destacaron la necesidad de que la agenda sea “justa, equitativa, transformadora y centrada en las personas”.
Las organizaciones argumentan que la inclusión del agua y el saneamiento como derechos humanos en la declaración posterior a 2015 es vital para la realización de este objetivo.
Entre los ODS propuestos hay 17 objetivos y 169 metas que abarcan una amplia gama de asuntos de desarrollo sostenible, como la erradicación de la pobreza y el hambre, la mejora de la salud y la educación, para que las ciudades sean más sostenibles, se combata el cambio climático y se logre una gestión sostenible del agua y el saneamiento para proteger a los océanos y los bosques.
De los 17 objetivos propuestos, el 1 apunta a erradicar la pobreza y el 2 a acabar con el hambre, lograr la seguridad alimentaria y una mejor nutrición, y promover la agricultura sostenible.
El objetivo 3 busca asegurar una vida sana y promover el bienestar de todos en todas las edades. El 4 procura garantizar una educación de calidad incluyente y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos y todas.
El objetivo 5 pretende la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, y el 6, garantizar la disponibilidad del agua y el saneamiento y su gestión sostenible.
El objetivo 7 aspira a garantizar el acceso a una energía fiable, sostenible, moderna y a precios accesibles, mientras que el 8 fomenta el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, y el empleo pleno, productivo y digno para todos y todas.
El objetivo 9 procura la construcción de infraestructura resistente, promueve la industrialización inclusiva y sostenible y fomenta la innovación, y el 10, la reducción de las desigualdades dentro y entre los países.
El objetivo 11 apunta a ciudades y comunidades inclusivas, seguras, resistentes y sostenibles, y el 12, a garantizar patrones de consumo y producción sostenibles. El 13 exhorta a tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus consecuencias.
El objetivo 14 busca conservar y utilizar los océanos, los mares y los recursos marinos de forma sostenible para su desarrollo.
El 15 insta a proteger, restaurar y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, la gestión sostenible de los bosques, la lucha contra la desertificación, y el cese de la degradación del suelo y la pérdida de biodiversidad.
El objetivo 16 promueve sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, el acceso a la justicia para todos e instituciones eficaces, responsables e inclusivas en todos los niveles.
Y el objetivo 17 procura fortalecer los medios de aplicación y revitalizar la alianza mundial para el desarrollo sostenible.