Diana Manzo/Corresponsal
JUCHITÁN, OAX.- Campesinos de Juchitán, Álvaro Obregón y Chicapa de Castro que pertenece a la agrupación social Tona Taati, recibieron 62 paquetes tecnológicos de un total de 350 que serán entregados paulatinamente, como parte del Programa Fomento a la Agricultura de la SAGARPA con la finalidad de incentivarlos en la producción del maíz zapalote chico y hacer frente a los transgénicos.
Estos paquetes tecnológicos se utilizaran en 350 hectáreas, es decir uno por hectárea, para que puedan cultivar el maíz zapalote chico, considerado el maíz nativo de los pueblos indígenas y con el mayor número de propiedades alimenticias.
Tomás Chiñas Santiago, dirigente del grupo Tona Taati resaltó que este proyecto se logró debido a la aceptación social del maíz zapalote chico en el Istmo Oaxaqueño, y que además es fundamental para la gastronomía istmeña.
“El maíz zapalote chico sirve como materia prima para la elaboración del singular totopo del Istmo (tortilla elaborada a mano y cocina en horno de comixcal a temperaturas altas) y debido a que muchos productores están abandonando este cultivo para dedicarse a cultivos comerciales hicimos esta gestión y serán en total 350 campesinos para este ciclo 2015 quienes se beneficiaran”, indicó.
El Grupo Tona Taati’ en coordinación con el CADER 04 del Distrito de Desarrollo Rural 104 Istmo, lograron estos paquetes tecnológicos para la producción de maíz a fin de elevar su productividad y mejorar el ingreso de los campesinos beneficiados.
Tomás Chiñas resaltó la necesidad de que los campesinos y los grupos sociales motiven la recuperación del campo, “El maíz zapolote anteriormente se cultivaba en cantidades y actualmente su producción ha disminuido, lo que intentamos es que el campo se reactive, estamos invadidos de torres eólicas, pero podemos hacerle frente a producciones de calidad y que reditúen beneficios sociales”, expuso.
El dirigente sostuvo que el gobierno federal y estatal deben impulsar aún más la creación de políticas públicas para revivir el campo istmeño y deje a un lado al maíz transgénico, que lo único que causará es que los alimentos del hombre se mueran.
“Al totopo no se le debe mezclar con otras harinas o imitación de harinas, porque se pierde la consistencia y lo crujiente, los totopos duran más de dos años almacenados, mientras estén alejados del sol y del agua, no debemos permitir la entrada de transgénicos, aparte es muy dañino para la salud ”, indicó.
En el acto celebrado en la novena sección Cheguigo Sur Juchitán, participaron en representación del MVZ Armando Vásquez Hernández, Jefe del CADER 04 del Distrito de Desarrollo Rural 104 Istmo de la SAGARPA, Julieta Guerra Sánchez y el Javier Rueda Alonso; de parte de la Autoridad Municipal, Emilio Velásquez García, Director de Desarrollo Rural.