GINEBRA.- El Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN por siglas en francés) inició hoy una nueva temporada para recolección de datos sobre las colisiones de protones a una energía récord de 13 TeV.
El Gran Colisionador inició la entrega de datos de física por primera vez en 27 meses, después de no haber funcionado durante casi dos años, dijo el CERN en un comunicado.
El LHC está proporcionando colisiones a todos sus experimentos con una energía sin precedentes de 13 TeV, casi el doble de la energía registrada en las colisiones de la primera temporada en la que se echó a andar.
Esto marca el inicio de la segunda temporada en el LHC, “abriendo el camino a nuevos descubrimientos”, subrayó.
“El LHC ahora funcionará durante todo el día para los próximos tres años” , destacó.
Con el regreso a la actividad del LHC se celebra la final de los dos meses que se llevaron los científicos para echarlo a andar de nuevo, dijo el director de Aceleradores y Tecnología del CERN Frédérick Bordry.
“Es un gran logro y un momento gratificante para todos los equipos involucrados en el trabajo realizado durante el tiempo en que estuvo apagado el LHC y en el proceso de puesta en marcha del haz. Todas estas personas han dedicado gran parte de su tiempo para hacer que esto suceda “, agregó.
Este día los operadores del LHC fueron declaradas “vigas estables” y comenzaron a tomar datos.
Esta especie de vigas están hechas de “trenes” de racimos de protones que se mueven casi a la velocidad de la luz alrededor del anillo 27 kilómetros del LHC. Los llamados “trenes” circulan en direcciones opuestas, guiados por potentes imanes superconductores, explica el CERN.
El LHC es el mayor y más potente acelerador del mundo, con imanes conductores que funcionan a modo de pilas, y su energía almacenada equivale a la de un portaaviones desplazándose a 43 kilómetros por hora o un Airbus 380 volando a 700 kilómetros.
El acelerador se encuentra dentro de un túnel, a 80 metros bajo tierra entre Suiza y Francia y para funcionar requiere estar a una temperatura de 217 grados centígrados bajo cero, es decir, a una temperatura más baja que la del espacio.
Durante el cierre de dos años, los cuatro grandes experimentos del Colisionador ALICE, ATLAS, CMS y LHCb pasaron por un importante programa de mantenimiento y mejoras con miras a la preparación para la nueva frontera de la energía.
“El LHC se llenó de seis racimos que contienen cada uno alrededor de 100 mil millones de protones. Se incrementará esta tasa progresivamente a medida que la carrera continúa a dos mil 808 racimos por haz, permitiendo que el LHC pueda producir hasta mil millones de colisiones por segundo’, refirió.
Durante la primera temporada de funcionamiento del LHC, los experimentos ATLAS y CMS anunciaron el descubrimiento del Bosón de Higgs, conocido como la Partícula Divina, que fue la última pieza del rompecabezas conocida como el Modelo Estándar, la teoría que describe la interacción entre las partículas fundamentales de las que está hecho todo lo visible en el universo.
‘La primera etapa de tres años de ejecución del LHC, que culminó con un gran descubrimiento en julio de 2012 (el Bosón de Higgs), fue sólo el comienzo de nuestro viaje. Es hora de una nueva física”, afirmó el director general del CERN, Rolf Heuer.
‘Hemos visto que los primeros datos comienzan a fluir. Vamos a ver lo que van a revelarnos acerca de cómo funciona nuestro universo’, concluyó.
