Diana Manzo/Corresponsal
JUCHITÁN, OAX., (pagina3.mx).- ¡Qué le voy hacer soy mujer!, frase con la cual define María Antonieta Lobo Escandón su situación actual y quien desde hace cuatro años vive violencia familiar, psicológica y económica. Es una mujer indígena ikotjs de San Mateo del Mar, municipio basado en el sistema normativo (usos y costumbres) y esposa de Gustavo Montero Maces, regidor de Hacienda del actual Consejo Municipal.
María tiene 49 años de edad y es madre de dos hijos, una mujer y un hombre, ambos mayores de edad. Desde que se casó con Gustavo, su vida ha sido un calvario porque siempre padeció violencia familiar; sin embargo hace cuatro años el calvario aumentó para su mala fortuna, porque al separarse de su esposo él la dejó desamparada, le quitó todas sus pertenencias, menos su vivienda.
“Cuando me separé de mi esposo, por su coraje y desesperación se llevó todo lo que teníamos para sobrevivir, nuestra tortillería, dos camionetas y motocicletas y los puso a nombre de su padre falsificando mi firma y documentos con el aval del Comisariado de Bienes Comunales de esa fecha (hace cinco años), ahora me quiere quitar la casa, dice que me matará hasta lograrlo”, sostuvo.
La indígena ikotjs está desesperada, teme por su vida y la de sus hijos, ha pensado inclusive en quitarse la vida; sin embargo, un rayo de luz la iluminó y aun temiendo lo que pueda ocurrirle decidió pedir ayuda al Grupo de Mujeres 8 de Marzo que dirige Rogelia González Luis , quienes le brindaron atención psicológica y legal.
“Desde que me casé con Gustavo he vivido violencia, hace cuatro años decidí romper con esa forma de vida, al mes que metí la denuncia ante las autoridades del juzgado familiar, enojado por lo que le había hecho, me atropelló con su vehículo y perdí la mitad de mi dedo índice de la mano derecha”, expresó.
Al perder todo lo que tenía, recurrió con su familia a pedir apoyo, su padre es dueño de una tortillería y le dio trabajo, pero al no alcanzarle para mantener a sus hijos, decidió obtener un crédito para comenzar su propio negocio, le dieron 50 mil pesos, pero a los pocos metros de llegar a su casa, fue víctima de un asalto, en donde las personas, los hombres le dijeron “es orden del patrón”.
Narró que llorando llegó a su casa, donde se encerró sin poder dormir; sin embargo, durante la madrugada unos jóvenes comenzaron a golpear su puerta, de igual forma repitiendo que “por órdenes del patrón la matarían”, por fortuna -asegura- nada ocurrió y pese a que está desamparada por las autoridades de justicia y de derechos humanos, hoy clama justicia.
Recordó que no quiere vivir el mismo final de una “paisana” de San Mateo del Mar, quien por problemas económicos de una demanda apareció muerta sin que hasta el momento se sepa quién o quiénes resultaron responsables.
“Gustavo -con ese poder que tiene de ser funcionario municipal- piensa que tiene todos los beneficios, amenazó al responsable del juzgado familiar de Salina Cruz para que dejara mi caso en paz, éstos en vez de actuar, me dejaron desamparada”, puntualizó.
El abogado del Grupo de Mujeres 8 de Marzo, Juan Carlos González Luis, y quien asesora a María Antonieta, dejó claro que ninguna autoridad de justicia de la región del Istmo, desde ministerios públicos, juzgados familiar, Subprocurador de Justicia y la titular de la Procuraduría de la Mujer han actuado para este caso, al contrario decidieron no meterse y dejar que las cosas acaben en más violencia.
“Imelda Carrasco García, actuaria del segundo juzgado familiar de Salina Cruz, quien lleva el caso de María, fue agredida verbalmente por Gustavo cuando le mencionaron de la demanda, le recomendamos que abonara a las pruebas y no hizo nada, al contrario se apartó y nos dejó solos”, recalcó.
El abogado señaló que según las autoridades de justicia no existen pruebas reales de lo que ocurre, que ellos requieren de los documentos que acrediten las propiedades que se llevó el esposo de María Antonieta pero no están, porque su marido se llevó todo sin dejar nada.
[pull_quote_center]“A pesar de todo lo que me ocurre tengo la esperanza de que se hará justicia, que triste vivir en un lugar donde la mujer no vale nada, donde a las mujeres no se les hace caso, en ocasiones he dicho que me arrepiento de haber buscado mi derecho como mujer, porque no hay solución al contrario cada vez vivo más violencia y de mayor intensidad”, detalló.[/pull_quote_center]
Por su parte, Rogelia Gonzales Luis del grupo de mujeres 8 de marzo, dijo que el acompañamiento legal y psicológico se le brinda a la indígena al igual que a su familia, pero lo más urgente son las medidas cautelares para María, porque corre el riesgo de que algo le suceda si vuelve a su casa.
“Hacemos responsable a la justicia mexicana de lo que pueda ocurrir, nosotras estamos ayudando a esta mujer, es poca letrada, habla poco español, lo que urge es que le brinden seguridad, nosotras vamos a ejercer un juicio para que al señor, al regidor de hacienda se le quite de su cargo, no es posible que un funcionario no quiera pagar pensión y privilegie la violencia”, puntualizó.
Asimismo, hizo un llamado al encargado de la Consejo Municipal de San Mateo del Mar, José Oscar Pérez Cabrera, a dejar de solapar a este funcionario y cumpla con sus obligaciones de padre de familia y al mismo tiempo no amenace a María Antonieta, quién teme por su vida.
El destino de María Antonieta es incierto, sin embargo recalcó con voz nerviosa y cruzada de brazos que no tiene otra opción: ¡Que le voy hacer soy mujer y como otras más que vivimos en nuestro país, sin acceso a la justicia, aunque todavía ilumina en mi alma una luz de esperanza!
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