Diana Manzo/Corresponsal
JUCHITÁN,OAX.- Al son de las canciones juchitecas entonadas por una banda de música y la presencia de artistas, escritores y pintores, se inauguró el mural en honor a las mujeres zapotecas en el foro ecológico de Juchitán, hecho por Melchor Peredo, considerado el ultimo muralista mexicano.
Debido a su mayor edad, el ejecutor de la obra fue el artista juchiteco, Miguel Ángel Charis junto con otros jóvenes pintores, quienes resaltaron esta obra a través de la técnica en fresco y con ello dejar un legado importante para los zapotecas de manos de Melchor Peredo.
Gonzalo Bustillo Cacho resaltó que fue a través de su invitación que este último muralista, considerado de la talla de Diego Rivera, Miguel Ángel Covarrubias y Siqueiros que visitó Juchitán y aceptó pintar en fresco.
El pintor juchiteco, Delfino Marcial Cerqueda recordó que en una de las charlas con Peredo, le expresó que su deseo se ha cumplido, porque retoma a Juchitán como su segunda tierra.
En ausencia del muralista por problemas de salud, la poeta zapoteca Irma Pineda, dio lectura a una carta enviada, en donde expresó una pena inmensa por abandonar el territorio juchiteco antes de lo previsto.
En la carta, Peredo de 88 años de edad relata que ama y le gusta el folklor de los zapotecas, de la épica de mujeres de Juchitán, en donde fue un honor haber plasmado un mural recordando las artes, la música, la poesía de esta cultura milenaria.
Miguel Ángel Charis, el maestro del pincel que le dio textura a la obra , describió la inocencia y el pentagrama que utilizó con las enseñanzas de este último muralista mexicano.
“Me he quedado sorprendido con sus enseñanzas, sobre todo su bondad e inocencia, es un gran maestro Peredo, hace mucho que no veía a uno igual, fue una gran experiencia”, describió.
Con la presencia del alcalde de Tehuantepec, Donovan Rito García, quién a nombre del Foro Ecológico de Juchitán entregó reconocimientos a los artistas por este gran legado cultural.
Finalmente todos los presentes fueron testigos de la inauguración del fresco, posteriormente disfrutaron de antojitos típicos, comieron molotes, tamales y bebieron agua de tamarindo.