Elisa RUIZ HERNÁNDEZ
OAXACA, Oax. (sucedióenoaxaca.com).- Juan José Consejo Dueñas, director del Instituto de la Naturaleza y la Sociedad de Oaxaca (INSO), con más de 30 años de experiencia en la protección de áreas naturales protegidas, advierte que una obra de las dimensiones del Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca (CCCO) en el cerro del Fortín pone en riesgo la existencia de la única área verde de la ciudad con efectos ambientales adversos no sólo para las colonias cercanas sino regional.
Mientras muestra una imagen del cerro del Fortín de Google maps, que ilustra sus palabras, el especialista explica:
“El cerro del Fortín es claramente una isla verde hostigada ya por el crecimiento urbano totalmente desordenado, esto da pie a la tesis central de quienes nos oponemos a que se construya ahí el Centro de Convenciones: el Fortín es una isla ecológica muy frágil aislada del resto de la sierra, y cualquier obra dentro de su polígono o próxima pone en riesgo su preservación, es por eso que existen tantos esfuerzos y decretos para su conservación desde 1937”.
Consejo Dueñas es uno de principales voceros del Frente en Defensa del Cerro del Fortín en el que participan más de 50 organizaciones ciudadanas, entre ellas el Patronato pro Defensa y Conservación del Patrimonio Natural y Cultural de Oaxaca (ProOax), fundado por el pintor Francisco Toledo.
El cerro del Fortín, agrega, es muy importante desde el punto de vista ambiental, cultural, histórico y social, por eso los gobiernos federal, estatal y municipal han establecido decretos, reglamentos y planes para su conservación desde hace casi 80 años, los cuales pasa por alto el proyecto del CCCO en ese sitio.
Asegura que los efectos adversos al cerro del Fortín repercutirían no sólo en colonias vecinas, como la Guelaguetza, sino en toda la región del valle de la ciudad por estas tres razones:
1.- Es la única zona de infiltración de agua en la ciudad, lo cual es bastante obvio.
2.- Es un espacio verde con plantas que funcionan como defensa contra derrumbes e inundaciones porque es una zona de riesgo de ambas cosas, y el hecho de que esté cubierta de vegetación lo protege.
3.- Es una zona que regula el clima porque donde hay vegetación hay variaciones menos fuertes de temperatura, por tanto, el Fortín hace que el microclima de nuestra ciudad sea más benigno.
Lo anterior sin contar que es refugio de más de cien especies animales entre las que sobresale el correcaminos que en un tiempo era el símbolo del Cerro del Fortín.
Advierte que el riesgo de construir una obra donde van a quitar plantas y remover suelos en un lugar tan asediado como el Fortín va a complicar su condición.
“Por eso tiene tantos decretos y esfuerzos de conservación desde 1937: un Plan de Ordenamiento del Fortín-Crestón-San Felipe; hay un decreto como Parque Estatal; el municipio en 2010 hizo una revisión y re delimitación; hay un montón de elementos que coinciden porque este carácter de isla asediada por el crecimiento urbano lo hace importante y frágil”.
Entre los impactos ambientales directos que arrojaría el CCCO, precisó, se encuentran los siguientes:
1.- Lo que yo haga aquí en la propia obra y que tiene básicamente que ver con eliminar vegetación y remover una gran cantidad de suelos va a propiciar deslaves y desgajamientos con las lluvias.
2.- Al poner una enorme cantidad de materiales como cemento o concreto y otros materiales impermeables se evita la filtración de las lluvias, algo que hasta ahora sí ocurre.
3.- La contaminación por ruido, tanto de la construcción como de la operación normal, lógicamente ahuyentará a las especies animales, además de la contaminación lumínica que afecta el patrón normal de especies como murciélagos, por ejemplo.
4.- La construcción va a producir sustancias que contaminarán los mantos freáticos y va a generar desechos sólidos, basura, lo que también es bastante obvio.
A los anteriores, se suman efectos ambientales indirectos porque al CCCO habrá que adosarle servicios asociados de transporte, tiendas, caminos, etc., lo que significa que se está insertando a una isla frágil ya de por sí, elementos que van a multiplicar la presión del crecimiento urbano algo que el Fortín ya no aguanta más, subrayó.
Con todo lo anterior, el director del INSO considera que se desmonta uno de los argumentos del gobierno estatal cuando dice que la construcción está fuera de los límites de “la rayita” del polígono protegido jurídicamente.
“No tiene que estar dentro para afectarlo y además por esa razón no solo hay una declaratoria del Parque Estatal, también se declaró alrededor del parque una zona de amortiguamiento cuya principio es, obviamente, proteger el parque, porque no basta una rayita para delimitarlo, lo que se haga dentro o cerca cambia el patrón de una zona mucho más amplia”, concluyó.
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