Pedro MATÍAS
OAXACA, Oax. (
pagina3.mx).- Graduado en esa escuela clandestina, el caricaturista Darío Castillejos afirmó que la crítica no tiene banderas, entonces, un sistema que aspira a ser democrático y desprecia la crítica, esta equivocado y nunca va a llegar a la democracia.
El Premio Nacional de Periodismo sostuvo que lo que se percibe es un “sistema corrupto donde las autoridades y mafias se confunden cuando vemos que la delincuencia organizada esta vinculada dentro del poder”.
Agregó que ese sistema corrupto atrapa muchas veces a los que en su afán periodístico buscan exhibir los yerros del poder, quedan vulnerados, pero también nos damos cuenta de lo expuesto que estamos, no solo a mafias externas sino a mafias internas dentro del periodismo”.
Luego de inaugurar una exposición de sus caricaturas en la Asociación de Periodistas de Oaxaca (APO), reconoció que “el miedo es un contrapeso, nos ayuda, nos equilibra, nos hace ser más sensatos en las decisiones”.
Sin embargo, dijo:
[pull_quote_center] “No he tenido miedo de realizar mi trabajo, para mi es un gozo hacer los que hago. Yo lo disfruto. Trato de abonar a la verdad. Pero uno no sabe cuando le pisa uno la cola al tigre. Y (sí he tenido) miedo cuando hemos recibido criticas duras (pero) cuando uno tiene como bandera decir su verdad, si me equivoco hay que tener la capacidad de decir y reconocer”.[/pull_quote_center]
Respecto a la censura, reconoció que las instituciones o medios son empresas y tienen sus intereses; sin embargo, en su caso tiene la fortuna, la bendición, de poder ejercer una total libertad de crítica.
En algunas ocasiones ha recibido comentarios de personas que han sido caricaturizadas y no han sido muy amables, “me han dicho por qué me dibujas tan feo, yo les dijo que soy caricaturista y no soy cirujano plástico”.
Explicó que “la caricatura exhibe, deforma y como dice El Fisgón, destroza uno tanto a los personajes políticos que al final acaban siendo iguales a sí mismos”.
Aunque reconoció que la censura sucede con frecuencia cuando el dibujante se vuelve punta de lanza de una política editorial empresarial, pero “en mi caso, yo disfruto los cartones que son inteligentes, que no obvian, que se le dice, lo desgraciaron y él esta todavía con su risa. Me gusta hacer crítica inteligente, que lleve a pensar”.
Aunque se ha debatido si la caricatura tiene una función social y unos dicen que no, para Darío Castillejos su tarea “es mover la conciencia social, si no (pueden) moverla, al menos sí agitarla. Hacerlos pensar un poquito, no ser conformista, no entrar a esa zona de confort”.
Lamentablemente, dijo, los estudiantes aunque han ampliado líneas de libertad de expresión con la tecnología, la materia a la que se dedican es Facebook, Twitter o al chisme. Vi una publicad que ojalá fuera menos Face y más book, es decir, más lectura y menos chatarra porque todos estos medios, sin duda, son herramientas que pueden usarse en pro de la libertad de expresión”.
Entonces, si hay compañeros que han sufrido la censura, ahora hay foros sin límites en internet, y es herramienta principal para esto.
En cuanto a la clase política opinó que “los políticos no cambian ni haciéndolos de nuevo, el poder sigue corrompiendo. De ahí que he podido manejar la caricatura humorística, la personal, géneros que no eran muy conocidos donde (muchos periodistas) no se dan cuenta que fueron mis maestros en la clandestinidad. Le dije a Naranjo. Veía tus cartones en Proceso y yo los quería igualar, entonces, me gradué en esa escuela clandestina”.
-¿Qué tanto ha contribuido tu crítica o seguimos igual con los grupos fácticos como el magisterio o FPR (Frente Popular Revolucionario) que le hacen en trabajo sucio a la Sección 22?
– Si han cambiado las cosas, (pero) seguimos arrastrando muchos vicios, el sistema político mexicano está formado en esos vicios y continua repitiéndolos. Mientras sigamos apuntado hacia el poder y señalándolo, cumplimos nuestra labor. Que despierte ese sentido crítico.
De ahí puede surgir un cambio, no pueden hacer oídos sordos cuando en las redes sociales los exhiben con una foto en un carro de lujo y vienen los despidos. Han ayudado a re direccionar la crítica.
En cuanto a los grupos fácticos, manifestó que “hay una doble moral y cada vez me confundo más, veo que se critica al poder, pero tras bambalinas se convive y se acuesta con el enemigo, entonces, es difícil identificar la real oposición cuando vemos manifestaciones muy viciadas, cuando vemos que grupos antagónicos aparentemente al poder sufren de los mismos vicios”.
“A veces los grupos que enarbolan banderas de tolerancia son más intolerantes. Yo trato, no pretendo tener la verdad ni ser paladín justiciero, pero sí trato de manejarme en una línea donde la crítica sea para todos lados. Donde yo no agarre una bandera y la defienda a capa y espada y esa bandera está igual de sucia que la que combato”.
Darío Castillejos obtuvo el Premio Nacional de Periodismo 2012 en la categoría de Caricatura, por su trabajo “Elecciones fúnebres”, donde ejemplifica el clima de violencia del país durante la jornada electoral del año pasado.
También ha ganado el Premio Estatal de Periodismo “Benito Juárez García” y el Premio Nacional de Periodismo “José Pagés Llergo 2005”.
Además ha recibido la Mención Honorífica en el World Press Cartoon 2007; el Primer Premio en Humor y el Gran Premio en el 38º Salón Internacional de Caricatura de PIRACICABA, Brasil; Primer Premio en el 5º Salón Internacional ECOCARTOON en Brasil y el Premio Nacional “Rostros de la Discriminación Gilberto Rincón Gallardo” en 2012.
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