Pedro Matías
OAXACA, Oax. (pagina3.mx).- Como parte de la “guerra de baja intensidad” instrumentada por el gobierno federal contra la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) implica provocaciones, la posible toma del edificio seccional, perseguir a líderes visibles, levantones o desapariciones como ocurrió en Ayotzinapa.
Así lo advierte, el ex líder de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE-CNTE), Gabriel López Chiñas, luego de cuestionar el despilfarro de la federación en el hospedaje de siete mil elementos de la Policía Federal y de la Gendarmería Nacional que envió a Oaxaca para contener al movimiento magisterial.
En tan solo dos meses, el gobierno de Enrique Peña Nieto ha gastado por lo menos 49 millones de pesos.
López Chiñas detalló que si oficialmente se reconocen a siete mil policías y si hospedan a cuatro en cada habitación, representarían unas mil 750 habitaciones que ocuparon antes de la Guelaguetza a un costo mediano de 500 pesos diarios, entonces, en 56 días arrojaron 49 millones de pesos.
El ex secretario de organización se preguntó: “No sé cuántos días vaya a aguatar el gobierno federal manteniendo al ejército de elite con doble salario, como lo hicieron en Chiapas, esto sin contar los alimentos, viáticos, turbosina, salarios, es un dineral que están despilfarrando”.
“Aunque el gobierno ha anunciado millonarios presupuestos a Oaxaca para la educación, cuando la sociedad se dé cuenta que el gobierno está derrochando millones de pesos y que no hacen nada porque no le vamos a dar oportunidad que nos golpeen, comenzará a cuestionar este despilfarro”, añadió.
Lo cuestionable es que hay estados como el de Guerrero que se declaró recientemente en quiebra y cuanta falta no le haría ese dinero como tanque de oxígeno, pero prefieren derrocharlo en militarizar las entidades para contener la protesta social.
Al presidente Enrique Peña Nieto, dice, le quedan 3 años y ese dinero que gastan en Oaxaca lo pueden utilizar para atrapar al Chapo o investigar a fondo el caso de los 43 normalistas desaparecidos, sin embargo, este es un movimiento que les va a costar trabajo y Oaxaca no es como los otros frentes que abrió, aquí hay gente que ha construido una propuesta alterna.
La ocupación de la “ciudad de la resistencia” con 20 mil efectivos del Ejército Mexicano, la Policía Federal y la Gendarmería ocurrió el pasado martes 21 de julio para aplastar a la Sección 22 porque “somos un movimiento organizado y un peligro para los traidores a la patria”.
El ex secretario de Organización de la Sección 22, Gabriel López Chiñas, dijo que con la participación de 50 mil maestros en la marcha del pasado lunes 27 de julio, el magisterio volvió a mostrar su fuerza ante la embestida del estado, al tiempo que reafirma que será la resistencia pacífica y la desobediencia civil con la que enfrentará al gobierno federal.
“El lunes inició la batalla que el magisterio democrático va a librar con el estado porque no está dispuesto a que este movimiento sea destrozado por las fuerzas federales y que va a ser muy difícil que lo logre porque este movimiento es de bases no de dirigentes”.
Respecto a las declaraciones irresponsables de Chuayffet, dijo que no corresponden a un funcionario de ese calibre, lo que demuestra que no tiene la estatura política y le queda muy grande el paquete que José Vasconcelos, un oaxaqueño ilustre, lego a este país porque solo
dice barbaridades.
“Ahí está el caso del marchometro y aquí le demostramos que se equivoca. Sostenía que ya no iban a marchar y se le demostró que más de 50 mil maestros salieron a fijar la posición del magisterio. El marcador es Sección 22 tres, Chuayffet cero.
Respecto a los políticos que piensan que este movimiento esta derrotado solo exhibe una gran ignorancia porque desde 1980 a julio de este año, llevan más de 35 años de lucha y sigue vigente porque es un magisterio que se fue consolidando a lo largo de su historia, añadió.
Explicó que “posiblemente los dirigentes podrían desviarse o alejarse de los principios rectores de este movimiento, posiblemente los jefes de departamento y directores de educación también podrían corromperse, pero el movimiento tiene criterios para poder sancionar.
Hay comisiones de honor y justicia y si la actual dirigencia cometió ese tipo de errores va a llegar el momento que este movimiento inicie un proceso de investigación y los sancione conforme a los principios rectores a los que incurrieron en esos ilícitos o faltas, corrupción, entreguismo al gobierno federal o su fueron omisos o negligentes.
El PRI detrás de esta guerra
López Chiñas considera que “el gobierno federal inició una guerra en contra del movimiento magisterial desde que el PRI asume el poder en el país. Y desde ahí Peña Nieto hizo el compromiso de imponer la reforma educativa con el pacto por México, cuyo proyecto fue construido por José Murat.
Inicialmente recurrió a dos opciones, primero, convencer a Elba Esther Gordillo Morales y como no aceptó fue encarcelada por malversación de fondos, uso indebido de los recursos, compras millonarias de bolsos, yates hoteles y esa es la misma estrategia que implemente con el magisterio disidente.
Como es muy difícil romper la resistencia de la CNTE y más la resistencia de Oaxaca optaron por dos estrategias: La primera era el tratar de llegar acuerdos políticos con la dirigencia formal y parte de maestros de líderes visibles que inciden en el movimiento, el cual fue infiltrado de priistas.
En el Plan A infiltra al comité ejecutivo seccional con personeros de Murat y Eviel Pérez Magaña, para llegar a acuerdos y modificar pequeños términos en leyes secundarias, e igual intentaron hacer con toda la CNTE, sin embargo, del 19 de septiembre al 2 de agosto de 2013 se dan acciones encaminadas a romper la frágil relación entre el gobierno y el magisterio con la toma del aeropuerto.
Reconoce que la gente infiltrada los llevó al choque con la justificación de la imposición de la reforma educativa y de paso golpear a la administración actual de Gabino Cué.
Sin haber resuelto los casos de Apatzingan, Ayotzinapa, Ostula, Tlatlaya, decide el gobierno federal abrir un frente más en Oaxaca.
Debido a que internamente el magisterio se organizó y excluyo a los priistas y pozoleros en la toma la decisiones decidieron golpear mediáticamente al magisterio para generar una opinión adversa frente a la sociedad.
Y si a esto se le agrega que el comité tiene una dirección incapaz y una actitud entreguista de algunos dirigentes que se envilecieron trabajando el proyecto del gobierno federal a cambio de “apapachos, dádivas, preventas y tianguis de plazas”; sin embargo, el Plan A fracasó.
Y a partir del 21 de julio recuren al Plan B que vienen trabajado desde enero y desde esa fecha el gobierno rompió relaciones con la comisión política y ahora lo que viene es la represión, encarcelar, desaparecer o asesinar, a través de una guerra de baja intensidad.
El líder magisterial manifestó: “No niego que al interior del movimiento se hayan corrompido porque lo hemos vivido. Del 92 para acá se agudizaron el problema de la corrupción, de ahí viene la deformación , la venta de plazas, cambios que fueron prostituyendo a este movimiento al punto de casi ser como vanguardia revolucionaria, por el influyentismo y acoso sexual a cambio de plazas o puestos de preferencia.
Ahora, el gobierno federal le apuesta a las acciones radicales, pero la experiencia del 2006 dejó muchas lecciones y ahora les permite tomar decisiones más inteligentes porque ya e el pasado el costo político del magisterio fue altísimo, donde la cuota de sangre la pusieron ello y no Ulises Ruiz Ortiz.
Inicialmente, dijo, el gobierno le apostó a que iban a rescatar el cascarón del IEEPO y no fue así, porque es mentira que sea la caja chica de la sección 22, al contrario fue de los gobiernos priistas.
Chuayffet dice que logró que el magisterio se sacudiera el control, el autoritarismo de un sindicato y la prueba es que estando de vacaciones y no hay listas, marcharon más de 50 mil. Y van a haber más marchas.