El papa Francisco afirmó hoy que las personas que han establecido una nueva convivencia tras su ruptura matrimonial «no son excomulgadas y no deben ser tratadas como tales», sino que «forman parte de la Iglesia».
«Hoy nos referimos a la situación de aquellos que tras la ruptura de su vínculo matrimonial han establecido una nueva convivencia. (…) Estas personas no están excomulgadas como algunos piensan, ellas forman parte de la Iglesia», dijo Jorge Bergoglio.
El pontífice realizó estas reflexiones en la audiencia general de este miércoles, que se celebró en el Aula Pablo VI, donde también tendrá lugar durante todo agosto.
El papa Francisco lanzó una pregunta a los presentes: «¿Cómo podemos recomendar a estos padres que hagan todo lo posible para educar a sus hijos en la fe cristiana si les alejamos de la vida de la comunidad, como si fueran excomulgados?»
Y acto seguido subrayar que «es necesaria una auténtica y fraterna acogida» de estas personas en el seno de la Iglesia Católica.
El pontífice argentino señaló que «la Iglesia sabe bien que situaciones como esta», en relación a las nuevas uniones tras un divorcio, «contradicen el sacramento cristiano», pero reconoció que son problemas reales que afectan especialmente «a los más pequeños».
«Los más pequeños son los que más sufren (…). No se debe sumar más peso al que estos chicos ya soportan cuando están en esta situación», comentó.
Por ello, insistió en que la comunidad cristiana debe «animar» a estas personas «a vivir cada vez más su pertenencia a Cristo y a la Iglesia con la oración, la escucha de la palabra de Dios, la participación en la liturgia, la educación cristiana de los hijos, la caridad, el servicio a los pobres y el compromiso por la justicia y la paz» .
«Todos pueden formar parte de la comunidad, la Iglesia es la casa paterna en la que hay espacio para todos (…). La Iglesia no tiene las puertas cerradas a nadie», concluyó.