En México, la intervención de las fuerzas armadas en operativos y acciones contra el narcotráfico comenzó durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, situación que se ha prolongado hasta nuestros días.
Pero Felipe Calderón Hinojosa desató una guerra contra las drogas con la injerencia directa de las secretarías de Defensa y Marina.
Por ejemplo, Amnistía Internacional identificó un aumento de 600 por ciento en los reportes de torturas por las fuerzas de seguridad entre 2003 y 2013 (http://bit.ly/1NaRzMS).
Insight Crime formula el siguiente cuestionamiento: ¿por qué entonces los gobiernos latinoamericanos siguen atraídos por la adopción de estas políticas de mano dura ?
En este contexto, las fuerzas armadas se han estado enfrentando también al escrutinio de la sociedad y de las organizaciones civiles, ya que se les ha acusado en reiteradas ocasiones de violaciones a los derechos humanos, siendo incluso algunos de sus elementos procesados y sentenciados bajo las leyes militares y civiles.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2015/09/15/opinion/016a2pol