Es complicado establecer de modo práctico las pautas de tal estabilidad y las condiciones que la determinan.
Esto se basa en el convencimiento de que se ha instaurado una sólida estabilidad macroeconómica, tanto por el lado fiscal como monetario.
Esto debería provocar una reflexión acerca de la razón de la fiscalidad basada en la austeridad tal y como prevalece actualmente.
Es cuestionable que la estabilidad sea la condición que se tiene que privilegiar por encima de lo demás.
Así es en términos de su definición y modos de aplicación, pero lo es más en cuanto a su capacidad de provocar una mayor actividad económica y mayor bienestar social.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2015/09/14/opinion/027a1eco