Y ex-Mas —con sus edecanes— desafiaba las matemáticas: aseguraba haber ganado su plebiscito secesionista con solo el 47% largo de los votos.
Como si el 47%, largo, sumase más que el 50% más uno.
Una explicación de tal diferencia en el comportamiento es que la victoria en las elecciones —simultáneas al plebiscito— le confundió el ánimo.
Como si el programa electoral de iniciativa podemita no existiese.
Luego, atribuirse competencias amparadas en otra legalidad ignota (proceso participativo del 9-N).
Fuente: http://elpais.com/elpais/2015/09/28/opinion/1443455847_791521.html