Ya no hubo remedio, había nacido el Franco de Vita artista.
Un pequeño Franco de Vita (Caracas, 1954) veía en la televisión Lo Zecchino d’oro, el festival de música para niños más célebre de Italia.
15 discos después y con más de 20 millones de copias vendidas, según su discográfica, Franco de Vita promete volver a llenar el escenario de amor en sus nuevas citas con su público.
Por entonces aún vivía en el país transalpino, adonde se trasladó con su madre a los tres años desde su Venezuela natal.
“En los conciertos siempre hay invitados, no pueden ser todos los que aparecen en el álbum evidentemente, pero siempre hay sorpresas”.
Fuente: http://elpais.com/cultura/2015/09/21/actualidad/1442838544_430692.html