La movilización de los actores debe ser permanente, porque la vulnerabilidad de la ciudad es intrínseca a su desarrollo.
Hablar de desarrollo sostenible urbano implica ante todo tomar conciencia de la fragilidad socio-territorial intrínseca de las ciudades.
Por esta razón subrayo la importancia de la noción de resiliencia, que constituye indiscutiblemente, uno de cinco desafíos de la ciudad de mañana, al mismo tiempo que los desafíos medioambientales, sociales, económicos y culturales.
Para ser atractiva, la ciudad debe estar abierta en su diversidad y poner por delante sus valores culturales y sociales.
Existe una amplitud de desafíos ligados al fenómeno urbano que se manifiestan con intensidad para nuestra generación y las que van a seguirnos.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2015/09/28/planeta_futuro/1443437123_913591.html