La principal prueba es que no hay nadie con el nombre de ese cliente en las bases de datos online.
Aunque estas dudas sean un tanto extravagantes, como es el caso de un usuario que lamentaba “el bajo nivel de azafatas que tiene la empresa.
Concluyendo con: “Los prejuicios no salen a volar y los dejamos en tierra”.
Ahora toman todas chicas bajas y gorditas, y deja mucho que desear el aspecto en vuelo”.
La respuesta gustó tanto a los tuiteros como incluso a los empleados de la empresa.
Fuente: http://verne.elpais.com/verne/2015/01/23/articulo/1422004752_939997.html