Reconocer y asumir la crisis de la civilización moderna significa revisar a profundidad los valores que hoy prevalecen e inventar nuevos paradigmas.
Hoy, la UNAM es una isla valiosísima en este mar trágico en el que se ha convertido este país llamado México.
Buena parte de mi vida intelectual, científica y artística ha estado indisolublemente ligada a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), mi alma mater.
Por ello, la crisis de la modernidad no sólo es un reto, sino una oportunidad para repensar el sentido y la orientación de una universidad de vanguardia y para reformular sus tareas, acciones y compromisos.
Este es el rasgo que hoy marca al llamado mundo moderno o industrial que a corto plazo parece conducirnos al colapso.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2015/09/15/opinion/017a2pol