Su libertad y su derecho a la justicia le han sido negados o bien socavados desde su primer día de existencia.
En la vida diaria los actos discriminatorios amplían la brecha entre los estratos sociales mediante el racismo, la pobreza y la desigualdad de género.
Pero, ¿qué sucede cuando los ciudadanos dejan de ser legítimos depositarios del derecho o bien dejan de actuar conforme al marco de la ley?
Irma nació indígena, sin acceso a una educación formal, a la salud universal o a un empleo digno.
En otra historia, un indigente con una soga al cuello se acerca a un grupo de personas que decide tomarse una selfie.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2015/09/29/opinion/016a2pol