Prieto agota todos los recursos para no ser ejecutado este jueves 1 de octubre a las nueve de la noche (hora local).
Gissendaner moría ejecutada menos de una semana después de que el Papa pidiese en el Congreso de Estados Unidos el fin de la pena de muerte.
La casi totalidad de los casos ejemplifica los graves problemas que rodean la pena de muerte, lo absurdo del sistema y la inmoralidad del acto.
Los abogados de Prieto insistieron durante sus diversos juicios que el coeficiente intelectual de su cliente es demasiado bajo para ser ejecutado.
Las personas que físicamente cometieron el crimen cumplen hoy condenas de cadena perpetua mientras que ellos fueron condenados a muerte.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2015/09/30/actualidad/1443638131_405894.html