Seat reconoció ayer que ha montado unos 700.000 motores de Volkswagen en sus coches con el programa que hace trampas al pasar los controles de emisiones contaminantes.
No se sabe aún, por tanto, la dimensión del problema por países ni, en consecuencia, cuántos coches se vendieron aquí con los motores fraudulentos.
Pese a que Volkswagen sabía desde hace tiempo que este asunto le iba a estallar en las manos, no parece haber hecho los deberes en lo que a transparencia se refiere.
Es un primer paso, pero ni la filial española ni el grupo han aclarado hasta ahora cuáles son los modelos afectados, en qué año se vendieron y en qué mercados.
Y la transparencia es el primer paso para recuperar una credibilidad muy dañada por un escándalo de enormes proporciones, que afecta además de forma indirecta a la salud pública.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2015/09/29/opinion/1443551373_506815.html