Que no se destaque que su cambio también pasa por el género obedece a que, a nivel de un debate público hegemonizado por hombres, el tema es secundario.
El abandono discursivo del género, por otra parte, poco ayuda a la denuncia de machismo que intentan promover mujeres afines al gobierno.
Sucede que también dejó de lado otra dimensión: el género como estrategia para enfrentar los obstáculos.
Si hay un fantasma que recorre Chile es el sexismo institucional y la primacía del ideal masculino como estándar¿A qué podría obedecer su silencio de género?
De ello, quizás injustamente, de deriva una menor centralidad, la que contrasta con su anterior gobierno donde el discurso de género le fluía por los poros, generando reconocido impacto simbólico.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2015/10/01/actualidad/1443657727_086676.html