Sin embargo, el problema se mantiene y las asociaciones de defensa de los animales y ecologistas exigen que se lleven a cabo métodos que no supongan el sacrificio de animales.
Gortázar recuerda que “en Estados Unidos hay productos licenciados para el control de especies silvestres, pero no es el caso de Europa”.
La alteración humana de los hábitats naturales está provocando otro problema, el de la sobrepoblación de determinadas especies.
En España tradicionalmente se ha echado mano de la escopeta, además del veneno, los lazos y los cepos, para paliar estos incrementos de poblaciones.
Josep Costa, de Ambiens, adelanta que en otras partes de Cataluña trabajan con proyectos piloto con ciervos y jabalíes, sin utilizar medios cruentos.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2015/09/30/ciencia/1443627684_632232.html