En el mundo es conocido que sacerdotes de inmensa jerarquía se han visto involucrados en casos de abusos sexuales, incluido el propio Karadima en Chile.
Un segundo asunto es por qué Francisco estima que la antigüedad en la institución constituye una presunción de inocencia, al argumentar los 20 años que lleva Barros como obispo.
El Papa defendió a Barros y señaló que “la única acusación contra ese obispo fue desacreditada por la corte judicial, así es que por favor no pierdan la serenidad”.
Un tercer aspecto es por qué el Papa nuevamente tuvo la idea de involucrarse con un asunto sensible para Chile.
La Cancillería chilena, que defiende que el tratado de 1904 definió definitivamente las fronteras entre ambos países, quedó en una situación bastante incómoda.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2015/10/07/actualidad/1444173381_673030.html