Hago fila, pido un trozo de buche y, ya que estamos, algo de morcilla y un par de cortes de castacán.
Los recados representan el encuentro de dos mundos: la cocina maya y las querencias árabes traídas por los españoles.
Los elotes, las panochas frescas, recién sacadas de la planta, se venden por docenas, envueltas en una maraña de hojas.
Otras tortillas se preparan directamente a mano con manteca de cerdo y se venden en atadillos que mezclan las dulces como las saladas.
La culpa es del castacán, uno de los productos que definen las señas de la cocina yucateca.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2015/10/01/estilo/1443731142_581019.html