En varios países de América Latina, donde impera la violencia y el crimen, sistemas públicos de justicia están siendo reemplazados por sistemas privados de seguridad.
Algunos colegios donde estudian los niños y adolescentes de clase alta parecen un hervidero de guardaespaldas a la hora de salida.
Pero la incapacidad del chavismo para reducir el crimen ha resultado en una parcial “privatización” de la lucha contra la inseguridad.
Los ricos están menos expuestos al crimen pero igualmente corren graves riesgos.
Pero el crimen demuestra que la realidad es más compleja.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2015/10/08/actualidad/1444280938_964675.html