Debe ser lo más variado posible, con patio interior, salones, alcobas, gabinetes y demás dependencias, con hornacinas, estatuas y adornos.
Entonces darse la vuelta para dar un paso hacia atrás, de modo que conquistamos, sin verlo, un paso al territorio del miedo.
Debe ser espacioso, pero no muy grande, con buena iluminación, ni demasiado oscuro ni demasiado claro.
Crear el mundo para ocuparloEn culturas como la sumeria, india o mesopotámica, para que algo sea real debe ser reflejo del espacio celeste.
Ojos que eran capaces de mirar hacia fuera y hacia dentro de sí misma durante la conversación.
Fuente: http://www.jotdown.es/2015/10/los-ninos-invisibles-alba-y-la-geografia-del-miedo/