México dejó ayer de lado su orgullo y volvió abrir la puerta grande de las extradiciones.
La mutilación y la tortura le abrieron paso hasta convertirse en jefe de sicarios de Beltrán Leyva, y muerto este, del mismo Chapo Guzmán.
Pero por encima de todos, destacan José Costilla- Sánchez, alias El Coss, y Édgar Valdez Villareal, La Barbie.
Estados Unidos, consciente de este giro, no dejó pasar la oportunidad y saludó la entrega como fruto de “una nueva era de colaboración”.
Ahora deberá enfrentarse en Estados Unidos a una larga serie de cargos por venta de cocaína y lavado de dinero.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2015/10/01/actualidad/1443668475_323398.html