Sin embargo, fuentes de seguridad reconocen en privado que lo más plausible es que el atentado sea obra del yihadismo.
Preguntado en rueda de prensa sobre si tiene pensado dimitir por lo sucedido, lo descartó alegando que “no hubo ningún fallo de seguridad”.
Antes, en estos casos se destituía al delegado del Gobierno y al jefe de la Policía, pero ahora se les recompensa”.
En agosto, un alto cargo del Gobierno explicaba a este periodista que las fuerzas de seguridad turcas se habían incautado de 35 chalecos explosivos listos para ser usados en atentados.
Muchos de los manifestantes, de hecho, acusan al Gobierno de haber sido cómplice del atentado.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2015/10/11/actualidad/1444561000_125731.html