Después de perder, Viktor le espetó: «es bueno conocer la teoría, pero sería mejor que aprendieras también a jugar al ajedrez».
¿Y si la mariposa que soñaba el rey fuese el rey que soñaba la mariposa y no la mariposa que soñaba el rey?
Muchos jugadores de ajedrez creen poseer, erróneamente, algún tipo de potestad mental sobre su oponente.
Pero estos jugadores no se paran a pensar que quizás no se trata de demostrar sobre el tablero quién tiene más inteligencia, sino quién sabe jugar mejor al ajedrez.
El cuento termina apoteósicamente con los dos jugadores comenzando una partida de Scrabble, también por correo, donde el más listillo se adjudica la primera palabra, «ZANJERO», dejando el score 116 a 0.
Fuente: http://www.jotdown.es/2015/09/por-que-tengo-que-perder-con-estos-idiotas/