Cuando salió a dar su última rueda de prensa del día, el sheriff se negó a decir el nombre del sospechoso.
Pasaban siete horas desde el tiroteo en un campus de Roseburg, Oregón, cuando la policía estatal reveló la indentidad del supuesto asesino, y lo hizo sin decir su nombre.
Su padre, Ian Mercer, dijo a los medios en la puerta de su casa que estaba “impactado”.
Mientras sus agentes confirmaban la identidad, John Hanlin pedía a la prensa que no diera el nombre para “no glorificarlo”.
Ninguna fuente oficial ha confirmado que estas fuentes sean de verdad del sospechoso muerto a tiros por la policía el jueves por la mañana en Roseburg.
Fuente: http://elpais.com/internacional/2015/10/02/actualidad/1443774403_242559.html