Horacio Corro Espinosa
Tal vez, en todas partes, siempre hay un tipo que se cree simpático. Esas personas andan buscando la oportunidad de contar un buen chiste o un comentario, pero de plano ni lo hacen en el momento oportuno y ni saben contar bien su chiste. Esas personas, en el fondo, son inofensivas.
Las personas normales casi siempre nos damos cuenta de cuándo decimos algo que no viene al caso por las miradas que nos rodean, entonces prometemos no volverlo a hacer.
Hay otros, que de plano, nadie sabe de dónde sacan la idea de que son simpáticos y andan por la vida contando malos chistes. Hay jefes que creen que por ser jefes, sus subordinados deben de reírse de sus ocurrencias. Se creen algo así como el simpatías, pero con poder.
Algunos de ustedes han de saber que en la ciudad de Huajuapan ya hay una nueva estación de radio, aunque fuera de la ley. Supongo que esa estación es del Presidente municipal Luis de Guadalupe Martínez Ramírez, pero la maneja su hombre de confianza, su incondicional… exacto, adivinaron, es él.
El viernes 18 de este mes, Álvaro Medina, desde esa estación se refirió a la agresión que me hizo personal del ayuntamiento municipal dentro del evento del segundo informe de gobierno, aunque nunca mencionó mi nombre. También se refirió a los periodistas que mostraron su solidaridad a mi persona, aunque los calificó de «utilizados por cierto medio de comunicación». Y reiteró que «son utilizados para respaldar ciertos casos cuando en realidad no saben el origen de estos problemas». En una palabra, pues, los llamó ignorantes, y les recomienda, además, leer e investigar «cuando no saben cuál es el fondo de lo que se está ventilando».
Me da tristeza que el compañero Álvaro Medina califiqué a mis otros compañeros periodistas de títeres.
Y como les dije principio de este comentario, en todas partes siempre hay un simpático. Dentro del programa que conducía Medina Sánchez, había una mujer, de la cual desconozco su nombre, pero aseguró que el periódico correo mixteco prefiere «ser un anti poder que un poder abusivo». Sobre estas palabras no quiero hacer ningún comentario respecto al periódico de Luis de Guadalupe, pero es claro que la declaración de esta mujer es porque seguramente espera su bono anual, su prima de vacaciones y hasta su mismísima quincena puede correr peligro en caso de que no hable bien de los negocios de su jefe.
Desde aquí, quiero mandar mi agradecimiento a todos mis compañeros periodistas que se solidarizaron con mi persona porque a la vez, ellos también se sienten agredidos, ya que la acción del personal del ayuntamiento municipal estuvo claramente dirigida para terminar con la libertad de expresión.
Asimismo, quiero agradecer a todos aquellos ciudadanos que por un medio u otro, emitieron su apoyo y solidaridad.
Este caso yo ya lo puse en manos de la Defensoría especializada en protección a periodistas, defensoras y defensores de derechos humanos. Yo no tengo mucha confianza en las instituciones de nuestro país, pero espero que esta defensoría ejecute su trabajo, y si no, de todas maneras tendré un papelito que certificara que esa institución me hizo perder mi tiempo.