La organización la Sociedad Civil de Las Abejas, a la que pertenecen los sobrevivientes de Acteal, cumplió 23 años de haber sido fundada, y lo celebraron con una ceremonia donde ratificaron su lucha por la autonomía de los pueblos indígenas y la lucha por tener mejores condiciones de desarrollo.
La Sociedad Civil Las Abejas es un movimiento social pacifista para la reivindicación y el respeto de los derechos indígenas, fundado en 1992.
Hoy hacemos fiesta, aunque el mal gobierno no le guste
Organización de la Sociedad Civil Las Abejas
Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Acteal, Ch’enalvo’, Chiapas, México.
10 de diciembre de 2015
A las Organizaciones, Movimientos y Colectivos Independientes del Mundo
A los y las Defensores de Derechos Humanos Independientes
Al Congreso Nacional Indígena (CNI)
A la Sexta Nacional e Internacional
A las Juntas de Buen Gobierno
A los Medios Libres, Alternativos, Autónomos o como se llamen
A los Tercios Compas
A los Medios de comunicación Nacional e Internacional
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
Hermanos y hermanas:
Queremos decirles que hoy nuestra organización la Sociedad Civil de Las Abejas de Acteal cumple 23 años de haber sido fundada.
En nuestra cosmovisión tsotsil cuando una mujer o un hombre llega a cumplir más de 20 años, decimos: vulxa xch’ulel (ya llegó su conciencia o ya tiene conciencia). Entonces ya su corazón y pensamiento ya saben pensar bien, ya no acepta recibir órdenes, porque ya no es una niña o niño, ya sabe caminar sólo, sabe ya mirar su propio camino.
23 años se dice fácil, pero, las y los que hemos caminado y luchado esos años, ha sido muy cansado, porque en el camino hemos encontrado espinas, tormentas que quisieron empujarnos para atrás, pero, a pesar de esas dificultades y obstáculos, decidimos seguir caminando hacia adelante. Y esas mujeres y hombres que decidimos seguir adelante somos las y los que estamos aquí en este momento con alegrías dentro de nuestro corazón. Hoy hacemos fiesta, aunque el mal gobierno, aunque la hidra o los señores de Xibalbá, no les guste.
Cuando teníamos 5 años de nacidos, el Estado mexicano, la hidra capitalista, los Señores de Xibalbá o como se llamen los dueños del poder y del dinero, crearon la Guerra de Baja Intensidad o la guerra sucia, entonces a través de sus paramilitares masacraron a 45 hombres y mujeres y más 4 bebés que fueron asesinados dentro del vientre de sus madres, aquí en Acteal el 22 de diciembre de 1997. El Estado mexicano y toda su mafia criminal, quisieron exterminarnos, pero, sin embargo, no pudieron contra nosotras, así como los gemelos Hunajpú e Ixbalanqué burlaron el poder de los señores de Xibalbá, así como el niño Jesús burló a la espada asesina de Herodes, así nosotros burlamos la muerte y la guerra de exterminio y, aquí estamos.
Con la masacre de Acteal, creyó el mal gobierno, la hidra capitalista, los señores de Xibalbá o como se llamen los dueños del poder y del dinero, que la masacre nos iba a destruir, así como dice esta reflexión del Popol Vuj: Arrancaron nuestros frutos, cortaron nuestras ramas, quemaron nuestro tronco, pero no pudieron matar nuestras raíces. Y así mero pasó con nosotros, murieron 45 personas más 4 bebés no nacidos, pero, no pudieron contra nuestras raíces y retoñamos miles.
El mal gobierno asesino, la hidra capitalista, los señores de Xibalbá tienen muchas estrategias de como exterminar a los pueblos organizados, una de ellas son las “balas de plomo” y otra de ellas son las “balas de azúcar”. En la masacre de Acteal usó la estrategia de “balas de plomo” a través de los paramilitares, pero, como nos hicimos más fuertes, se conoció en todo el mundo la masacre y crecieron más nuestra conciencia, entonces, pensó el mal gobierno asesino, que según para acabarnos la estrategia era dividirnos, aplicó en nuestra organización “las balas de azúcar”, algunos hermanos nuestros cayeron en esa trampa, decidieron dejar la resistencia, creyeron que recibir del mal gobierno se acaba la injusticia y ya se les respeta los derechos, en realidad se dejaron vendar de nuevo los ojos, empezaron a recibir a cambio de su dignidad y a cambio de su lucha, es triste porque se convirtieron el aliados de nuestro enemigo, el mal gobierno, la hidra capitalista.
Reconocemos que las divisiones duelen mucho, porque es una de las armas del mal gobierno para acabar una comunidad, un pueblo, un movimiento. Pero, reconocer la debilidad no significa retroceder o rajarse, sino, es para fortalecer la lucha y el proceso de la construcción del Lekil Kuxlejal, (buen vivir), Jun o’ontonal (que el corazón no esté partido), Ich’el ta muk’ (respetar a la otra y al otro).
Así a pesar de los constantes ataques del mal gobierno a lo largo de estos 23 años de nuestro caminar, nos hemos hecho mujeres y hombres grandes y con convicción. A pesar de todo, nuestro corazón y pensamiento son grandes y sabios.
En este día de celebración, es bonito recordar cuando éramos niñas y niños en nuestra lucha, porque esa semillita que la sembramos hace 23 años, ahora ya es un árbol grande que ya tiene muchos frutos, así como las áreas de trabajo de nuestra organización: Grupo de Mujeres, Cooperativa de artesanías, Salud, Comunicación, Educación, Teatro.
Hoy lo que somos, no es trabajo y esfuerzo sólo de nosotros, sino, que gracias a Jtotik Samuel Ruiz por abrirnos los ojos, por compartirnos que Papá-Mamá Dios a través de Jesús que deben de haber justicia, paz, amor, respeto y luchar contra toda imposición de los poderosos y de los malos gobiernos para ser mujeres y hombres libres.
Gracias a nuestras hermanas y hermanos del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, que desde nuestra fundación eligieron caminar con nosotras y, hasta la fecha siguen con nosotros a pesar de los ataques en su contra por estar con los pueblos oprimidos y organizados.
Agradecemos también a nuestras hermanas y hermanos agentes de pastoral de la parroquia de Chenalhó, que con ellas y ellos hemos vivido momentos difíciles, pero, también juntos haciendo grande nuestra fe en el caminar. Nos han entregado su corazón, ahora son parte de nuestra lucha y familia.
Queremos agradecer mucho a nuestras hermanas y hermanos del Congreso Nacional Indígena, por compartir momentos difíciles y alegres, hemos aprendido que caminar juntos y apoyarnos los pueblos, tenemos más fuerza y hemos aprendido mucho de sus experiencias de lucha.
Gracias también a quienes nos han acompañado. De los hermanos y hermanas venidas desde cada rincón del planeta Tierra, desde África hasta Australia; desde Suecia en el extremo norte del mundo hasta Argentina en el extremo sur. Hermanos y hermanas de otros pueblos, mestizos y también nuestros propios hermanos indígenas, de Chiapas, de México y de otros países hermanos: de la cercana Guatemala y del lejano Chile y hasta de los que resisten en su cultura desde el vientre de la bestia, de la hidra capitalista en los Estados Unidos. Para todos y todas ellas va nuestro agradecimiento en este aniversario de nuestra organización. Seguramente sin ellos no habríamos podido sobrevivir porque ninguna lucha se sostiene sola. Todos nos sostenemos a todas y todos. Porque la construcción de la autonomía y el Lekil Kuxlejal se debe hacer en colectivo con pensamientos y corazones diversos.
Hoy celebramos nuestro 23 aniversario, pero, no quiere decir que aquí se acaba la lucha, porque el mundo sigue mal. Hoy sólo llegamos a un ciclo y ese ciclo continúa, porque la lucha es de ciclo contínuo o sea no hay final. El sol no sólo sale un día. La milpa no sólo se siembra una vez para toda la vida, sino, que es cíclico.
Es por eso que la lucha sigue, porque en estos momentos la hidra, los señores de Xibalbá parecen desatados en su furor. Será quizá porque saben que les queda poco tiempo. Aprueban una ley tras otra para despojar al pueblo, se lanzan sobre los bienes de los pobres. Aplastan a los que se les oponen. Apenas antier aquí en Chiapas fueron reprimidos los maestros que resisten frente a la llamada reforma educativa, una de las reformas estructurales de Enríque Peña Nieto, y un maestro fue asesinado, dicen que por accidente (pero ya conocemos sus accidentes). Y no nada más es aquí en México. En todo el mundo está desatado el furor de la hidra. Un dirigente de Vía Campesina acaba de decirlo: “el imperio ha decidido jugar más fuerte”. El mal gobierno reprime, asesina, tiene todo un aparato para ocultar sus crímenes, Ayotzinapa sigue impune. Nuestro hermano Cemeí Verdía Zepeda de Santa María Ostula, sigue preso injustamente, la imposición de la autopista y el despojo de las tierras de nuestros hermanos de San Francisco Xochicuahuatla. La represión, desaparición, masacres, son contra todas las personas que ya no se dejan controlar y gobernar por el mal gobierno, la hidra capitalista, los señores de Xibalbá o como se llamen los dueños del poder y del dinero.
Y hoy a 23 años de la fundación de nuestra organización y a 12 días de la conmemoración de la masacre de Acteal, nuestras hermanas miembros de Las Abejas de la colonia Los Chorros en un barrio llamado “Río Jordán”, el 30 de noviembre fueron agredidos por no aceptar programas del mal gobierno, esto lo denunciamos el 2 de diciembre del presente y hasta la fecha, como ya es parte de los usos y costumbres del mal gobierno dejar esto en impunidad, y nuestros compañeros no tienen agua y los agresores del Partido Verde Ecologista y paramilitares se jactan de sus acciones y la presidenta municipal de Chenalhó Rosa Pérez Pérez cobijado por su gobernador Manuel Velasco Coello, esperan que nuestros compañeros se mueran de sed y presionarlos para que renuncien a su resistencia.
Hermanos y hermanas, hace 23 años nacimos, en ese tiempo-espacio cuando nacimos y, cuando nos nacimos decidimos bautizarnos, entre todas y todos nuestros fundadores catequistas de la parroquia de Chenalhó empezaron a sacar su palabra de cómo se debe de llamar nuestra organización, lluvia de ideas brotaron del corazón, y hasta que hubo una propuesta, ¿por qué no le ponemos Las Abejas? Y cuando se reflexionó que las abejas trabajan unidas y se defienden en colectivo, entonces hubo consenso y quedó así bautizada nuestra organización “Las Abejas”. Esto sucedió por una violación a los derechos humanos de 5 hermanos nuestros de la comunidad Tzajalch’en del municipio de Chenalhó, que fueron acusados de homicidio el día 10 de diciembre de 1992 por las autoridades priistas del municipio de Chenalhó.
Desde la fundación de nuestra organización optamos por la lucha No Violenta inspirados por la lucha y ejemplo de Jesús. Gracias a nuestros fundadores y fundadoras que hicieron ese esfuerzo y trabajo duro y por su reflexión junto con Jtotik Samuel Ruiz, que nadie debe ser preso y presa injustamente.
Cuando un bebé nace llora y llora cuando tiene hambre o cuando le duele su cuerpito. Ahora que tenemos 23 años, seguimos llorando, pero, nuestro llanto es gritar para denunciar las injusticias, denunciar la masacre de Acteal, denunciar los crímenes contra nuestras hermanas de todo México y del mundo.
En estas tierras tsotsiles y tseltales, somos los pequeños que desprecian y quieren exterminar los poderosos de este mundo. Pero aunque el mundo no lo crea somos precisamente los pequeños los que los venceremos. Ayer fue la fiesta de San Juan Diego como se llamó el campamento donde muchos estuvimos desplazados en X’oyep en el año de 1997. Los poderosos se sienten muy fuertes y creen que tienen la última palabra. Pero la última palabra la tiene el Corazón del Cielo y el Corazón de la Tierra. Y nosotros la conocemos y ellos no.
Antes de terminar recordamos que hoy también es Día de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pero, aquí en México están siendo perseguidos y reprimidos los defensores de derechos humanos por el mal gobierno, la hidra capitalista.
Desde aquí mandamos un saludo y apoyo solidario a todo esos hombres y mujeres luchadoras y luchadores de Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Chihuahua, Coahuila, Chiapas, y en todo los lugares de nuestro México.
Y terminamos diciendo que aunque el mal gobierno quiso exterminarnos en el año de 1997, pero como dice un fragmento del canto de nuestros jóvenes del Coro de Acteal: Renacimos gigantes, ahora somos fragmentos de luz que impide que la noche sea oscuridad.
!Nunca más un México sin nosotros!
Atentamente
La Voz de la Organización de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal.
Por la Mesa Directiva:
José Jiménez Pérez Juan Vázquez Luna
Oscar Hernández Gómez Pedro Ortiz Gutiérrez
Lisandro Sántiz Hernández Amado Sánchez Díaz