Sólida, envidiablemente sólida, nuestra economía crece, repite un día sí y otro también el secretario de Economía, Luis Videgaray.
Hay que recortar; amputar, reducir de un tajo el desequilibrio de la tan afamada y aplaudida economía sólida, inamovible, estática.
La clase media proletarizada pide el milagro de no hundirse en la pobreza, extrema o casi, que aqueja a más de la mitad de los mexicanos.
Los grandes crecen poco y los enanos hacen fiesta porque crecen los mismos nanomilímetros que aquellos.
O casi, porque crece tantito así, sobre todo ahora que la dura realidad destruyó el auge en el resto de la América nuestra.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/02/28/opinion/014o1pol