Diana Manzo/Corresponsal
JUCHITÁN,OAX.- Con lágrimas en los ojos, angustia y coraje al pronunciar las palabras, Rosa Aida Hernández Martínez, esposa del alcalde de Santo Domingo Zanatepec, Ricardo Hernández Rodríguez denunció públicamente a su esposo y funcionario por causarle agresión física, emocional y económica.
Acompañada del grupo de Mujeres 8 de Marzo que preside Rogelia González Luis, la actual presidenta del DIF Municipal de Zanatepec puntualizó que hace un par de meses que comenzó a vivir violencia de todo tipo de parte de su esposo, al grado de amenazarla de muerte.
“Durante un año y medio vivimos muy bien, sin embargo unos meses antes de que concluyera el 2015 comenzó a portarse altanero, al grado de golpearme, lo veíamos conduciendo en estado de ebriedad y con mujeres, me golpeó y me corrió de la casa, además de recibir amenazas de muerte y de despojo de pertenencias”, expresó.
Rosa Aida relató que cansada de tanta situación de violencia, decidió denunciar a su esposo en la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Mujer por razón de Genero ubicada en la ciudad de Santo Domingo Tehuantepec, en donde se inició un legajo de investigación 249/TH2015, en donde hasta esta fecha no se le ha dado atención.
“Desconozco las razones por la cual no se ha procedido legalmente contra mi esposo, a pesar de que en múltiples ocasiones he comparecido ante la fiscalía, por lo que exhorto a las autoridades correspondientes a dar cauce, ahora mi esposo me ha solicitado el divorcio y no quiere darme pensión”, explicó.
Detalló que a pesar de que también ha realizado la denuncia para solicitar pensión ante el Juez mixto de primera instancia, Erasmo Eduardo Ramírez Herrera, el presidente municipal utilizando todos los recursos a su favor anexó supuestas constancias de percepción de salarios y dejó sin efecto el expediente familiar 233/2015.
“Lo único que exijo es justicia, soy mujer como muchas más pero con la única diferencia, creo que mala, de ser esposa de un alcalde, porque no se me hace justicia, he vivido en carne propia la violencia familiar y la falta de recursos económicos para mantener a nuestra hija, que es menor de edad y fruto del amor que algún día nos tuvimos, mi esposo cambió mucho, ojalá las instancias de justicia de Oaxaca hagan algo”, concluyó.
