«Tendrás un vecino notable», me dijo con su característico sarcasmo, «el cabrón ese de Tejero, que vive en el departamento de abajo».
Paralelamente, me obsesionó también la idea de saber más sobre la vida de Tejero en el presente.
Confiaba en que el estado etílico de la reunión entorpeciera la maniobra y que ninguna amenaza de muerte alcanzara el balcón de Tejero.
Hasta entonces había vivido siempre en México, donde nací, y conocía poco España, de visitar a mi familia durante algún verano.
Quizás no fue tan buena idea revelar la identidad de mi vecino durante la única fiesta que organicéQuizás no fue tan buena idea revelar la identidad de mi vecino durante la única fiesta que organicé ahí.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/02/22/opinion/1456170902_118318.html