Vidal cita un estrujante reporte de tres entidades –Instituto Trasnacional (TNI, por sus siglas en inglés), Unidad de Investigación Internacional de Servicios Públicos y Observatorio Multinacional– que sugiere que 180 ciudades y comunidades en 35 países (¡supersic!)
han preferido terminar sus acuerdos y regresar las provisiones de agua urbana al control público (¡supersic!)
Las mayores metrópolis en los países en vías de desarrollo, más que en los prósperos países avanzados, tendieron a la remunicipalización del agua.
El mismo Banco Mundial (BM) acepta un fracaso de 34 por ciento en la participación privada en infraestructura entre 2000 y 2010.
No corren prisa ante la sed global que buscan controlar en forma perversa y geopolítica.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/02/21/opinion/012o1pol